lunes, 3 de octubre de 2011

TIPNIS: Fisuras entre el Gobierno y los Pueblos Indígenas...

El TIPNIS desnuda una crisis entre los aliados políticos


El Gobierno, entre el desarraigo y apoyo indígena

La Razón – ANIMAL POLÍTICO – 2 de octubre de 2011
La marcha en defensa del TIPNIS y la represión policial abrieron fisuras en la relación entre el Gobierno y los indígenas. Unos minimizan el problema y otros creen que las actuales autoridades están aún aprendiendo. Algunos creen también que Evo Morales descubrió ‘su verdadero rostro’.

Por qué la preocupación? Nosotros vamos a seguir trabajando para este proceso y hay que ver quiénes están dentro. Así de enfática y segura responde Julia Ramos, ejecutiva de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa cuando se le pregunta si hay un distanciamiento entre el Gobierno y los indígenas.
¿Se rompió el idilio indígena con el presidente Evo Morales? A cinco años de haber asumido el mandato el 2006, el Jefe del Estado Plurinacional enfrenta una crisis en su relación con este sector, particularmente con los de las tierras bajas.
La violenta represión policial que intentó desarticular la marcha de los indígenas que defienden el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) ha sido fuertemente cuestionada por la población. A menos de 100 metros del Palacio de Gobierno, el pasado martes algunos ciudadanos pedían la renuncia del mandatario Morales.
Sorteó el gasolinazo de diciembre-enero, pero ahora tuvo que aceptar, ante la presión social, las renuncias de sus ministros de Gobierno y de Defensa, Sacha Llorenti y Cecilia Chacón, respectivamente.
Para la jefa departamental del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba, Leonilda Zurita, la crisis por el TIPNIS “no afectó mucho”  a la imagen del Gobierno. La exejecutiva de las bartolinas, llamadas así las dirigentes de la Confederación de Mujeres Campesinas, apunta a exmasistas que incitaron a los indígenas contra las autoridades.
Julia Ramos tiene el mismo criterio e invita a los exmasistas, Gustavo Guzmán, Alejandro Almaraz y Lino Villca, que dieron encuentro a los marchistas del TIPNIS y que según el Gobierno fueron los instigadores para tomar como rehén al canciller David Choquehuanca, a vivir con los indígenas para ver la verdadera realidad dentro del Isiboro Sécure.
La politóloga cruceña Helena Argirakis dice que no es fácil afirmar si la relación entre indígenas y Gobierno está rota, y que la crisis del TIPNIS forma parte de las “pulsaciones naturales dentro de un proceso de cambio”.  
En su criterio, existen quizás algunas diferencias dentro del Gobierno respecto a cómo se administra el aparato de Estado con una línea de “desarrollista” causante del conflicto con los indígenas. “Pero no veo una relación de conflicto entre indígenas y Gobierno”, analiza.
A Morales le toca además lidiar con el surgimiento actual del rol protagónico de los indígenas de tierras bajas. “En el 2000 fueron los de tierras altas y ahora el péndulo giró al indígena amazónico”.
El indigenista y líder del Movimiento Pachakuti, Felipe Quispe, no tiene dudas respecto del distanciamiento de Morales con el sector indígena. “Yo digo que el indio no ha llegado todavía al Palacio de Gobierno, ni siquiera al poder ha llegado”.
El antropólogo y sacerdote jesuita Xavier Albó, muy estudioso de movimientos indígenas, prefiere utilizar una frase típica para describir la actuación del Gobierno en relación al TIPNIS: “Otra cosa es con guitarra”. 
“Es imposible poner una nota única, porque hay distintas tendencias dentro, tanto de los ministros como del resto. Otra cosa es con guitarra y ahora tienen que saber muchas cosas, y creo que a mucha gente que está en el Gobierno, y que son de origen indígena, les ha pasado eso y tienen que ver todas las cosas, y tocar las teclas para estar bien con unos y otros. Yo creo que muchos están aprendiendo en el Gobierno”.
Quien sí cree que existe una ruptura entre Gobierno e indígenas es la socióloga María Teresa Zegada, para quien, sin embargo, lo más preocupante es que este sector le haya perdido confianza a Morales y a su Gobierno. “Sería apresurado afirmar que se rompió este vínculo, pero creo que se quebró la confianza entre indígenas y la gestión gubernamental, y ése es un tema serio”.
Sin embargo, considera que no se quebró la identificación de la figura del Presidente con los pueblos indígenas, aunque está en sus manos recuperar el “contenido (político) que se ha vaciado con este conflicto”.
Un día después de la represión violenta en Chaparina, en Yucumo, Fernando Gualdoni escribió en el influyente diario español El País “El fin del idilio indígena”. “La represión del gobierno de Evo Morales contra la marcha indígena certifica la decepción en el idilio del Presidente boliviano con una comunidad que ha sido fundamental para el ascenso político del sindicalista aymara”.
“El Gobierno nunca fue indígena ni va a serlo, y Morales es un indígena trasnochado. Se están desenmascarando, porque nunca fue un Gobierno indígena, y Morales es el fariseo de la Pachamama”. Así de duro es Pachacuti Acarapi, de las juventudes del Movimiento Indianista Tahuantino de El Alto.
La violenta represión del domingo fue para Valentín Vargas, del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq), el verdadero rostro del actual Gobierno. “Se quitó la máscara. Estamos tristes, no sabemos a qué línea pertenece, por eso hay que reconducir, el proceso de cambio que es de los indígenas”.
Decepcionado también se expresa el director de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque. El Gobierno “abandonó en los papeles el reconocimiento a la Constitución Política del Estado (CPE) y no tiene voluntad sistemática para reconocer y aplicar los derechos de los pueblos indígenas”.
No obstante, otros creen que Morales nunca se alejó. “Es que ahora la derecha busca cualquier cosa para intentar desprestigiar al Presidente; él nunca se va a alejar de los indígenas, por eso se reúne con ellos y estuvo incluso en TIPNIS”, dice Pedro Calderón, de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), los excolonizadores, uno de los tres bloques del Pacto de Unidad que respaldan al Gobierno.
El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB),  Roberto Coraite, advirtió la semana  pasada sobre el riesgo de insistir con la vía. “No podemos permitir que se vaya el proceso de cambio por un proyecto carretero”.

A río revuelto, ganancia de pescadores derechistas
El proverbio dice: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Eso estaría pasando en la política actual, con la salvedad de que son “pescadores derechistas”, tras la crisis en la relación entre Gobierno e indígenas por el conflicto del TIPNIS.
El ejemplo que da la politóloga Helena Argirakis  sirve, según dice, para graficar cómo la derecha internacional se articula tras estas crisis que sufren gobiernos de las características de Evo Morales. “Hay una suerte de ruptura de desencuentro nuevamente y le hace un juego fácil a la derecha internacional que plantea que existe una división, que se ha roto el proceso y que existen indígenas de tierras bajas e indígenas de tierras altas con diferentes visiones, y que ahora se plantea ahí un proceso dividido, y eso es peligroso”, sostiene la analista cruceña.
Para Argirakis, ese desencuentro comenzó a finales del 2009 y 2010, y que no es lo mismo una discrepancia entre indígenas y Gobierno, que se acusan mutuamente de ser la derecha y acusarse de ser enemigos, “cuando el adversario es el capitalismo mundial que crea mecanismos para generar contradicciones y aprovecharse de eso”.
Debajo del debate sobre el TIPNIS, según Argirakis,  está el modelo económico, que, por ejemplo, mediante una carretera pretende llevar adelante el actual Gobierno en un momento en que la crisis mundial afecta al capitalismo global. “Muchos se aprovechan de estos conflictos (TIPNIS) para obrar de mala fe”.

Navarro admite una ‘separación’ con la cúpula dirigencial
Hay una ruptura, pero con una cúpula dirigencial indígena. Ésa es la lectura que tiene el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, al reconocer un distanciamiento entre el Gobierno y ese sector social.
Tras la violenta represión policial a los indígenas y la indignación nacional, la autoridad admite que existe una ruptura con los dirigentes del Territorio Indígena Nacional Parque Isiboro Sécure (TIPNIS), no así con las bases de esa región.
“Hay una separación entre una cúpula dirigencial y el Gobierno, creo además que es una separación estructural”.
Como prueba de ello, Navarro recuerda cómo el Presidente se reunió con los indígenas en Santo Domingo y San Francisco, dentro del TIPNIS. “Ahí ha sido muy bien recibido y eso nos da una señal de que los indígenas de base tienen una relación y una percepción muy diferente de su presidente”.
Del mismo criterio son Julia Ramos y Leonilda Zurita, dirigentes de la Confederación de Campesinas de Bolivia y del MAS, respectivamente Navarro no cree que los dirigentes que marchan en contra de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos “sean la síntesis política de cerca de 150 mil indígenas de todo el país”.
Además, acusa a la derecha nacional de haber estado detrás de estas movilizaciones y que, según dice, habría logrado parte de su objetivo, que era el de provocar precisamente estas fisuras.Sin embargo, confía en que esta imagen puede ser revertida con el diálogo.
Mientras el presidente Evo Morales anunció un referéndum departamental, los marchistas se aprestaban el viernes a reanudar su marcha de Quiquibey a La Paz a través de otra vía.

Nos han mentido, de indígena sólo tuvieron el rostro
Abdón Patiño, dirigente de la CIDOB.

En realidad, nos han mentido, porque este Gobierno sólo tuvo de indígena el rostro y ahora lo estamos descubriendo, y se está mostrando su verdadero rostro.
Además, el presidente Evo Morales aún no da muestras de un verdadero proceso de cambio, porque nosotros no estamos en los ministerios, están otros en el poder; no estamos nosotros.

Lo lamentable es que se vulneran los derechos
Felsi Gonzales, de los Pueblos Indígenas del Norte Paceño.

Yo creo que lamentablemente este Gobierno está en contra de los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, aquí no se trata de decir si es indígena o no; aquí lo lamentable es que se vulneraron los derechos de los indígenas. Por eso creemos nosotros que hay que reconducir el proceso de cambio, es el clamor de los pueblos indígenas del país.

Nunca tuvo una identificación indigenista
Felipe Quispe, el ‘Mallku’, líder indígena de Pachakuti.

Yo le conozco al presidente Evo Morales y él nunca ha tenido esa ideología, nunca tuvo una identificación indigenista y mucho menos indianista. Él es campesinista y clasista, se sirvió de nosotros para llegar a la silla presidencial. Por eso ahora el indígena está en el suelo y sobre él caminan en el Palacio de Gobierno, porque ahí el indígena está como la alfombra.

El Gobierno está distanciado de los indígenas
Jorge Mendoza, vicepresidente comité de marcha del TIPNIS.

Está alejado de los indígenas, pero a nosotros no nos interesa eso, porque nosotros vivimos de lo nuestro, no recibimos ningún tipo de apoyo. Prácticamente no llega nada a nuestras comunidades y por eso también buscábamos el diálogo con el Gobierno durante esta marcha del TIPNIS.  Claro que el Estado está distanciado de los indígenas.

Una consulta  sobre un acto consumado ya es ilegal
“Cualquier norma extemporánea es ilegal”, así opina el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Leonardo Tamburini, respecto de la consulta nacional que anunció el mandatario Evo Morales para definir la suerte de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
La figura de la consulta previa a los indígenas, normada en la Constitución Política del Estado (CPE), sólo es la expresión plena de la democracia. Mientras que para el Gobierno, de acuerdo a Tamburini, “debería haber sido una herramienta de potenciamiento de la democracia”.
Considera que el Gobierno entra en la ilegalidad al plantear una consulta extemporánea. “Una consulta sobre un acto consumado es ilegal. Hace tres años que este proyecto está en vigencia”.
Tamburini destaca que es una decisión acertada la de vincular mediante una carretera Cochabamba y Beni. “Pero sin afectar al Parque Nacional y por eso creemos que debería haberse hecho antes la consulta”.
Preguntado sobre si las consultas previas, normadas en la CPE, no se podrían convertir en una camisa de fuerza del Gobierno, Tamburini cree que aquí sólo se trata de cumplir con la Constitución. “Los indígenas lograron constitucionalizarla, tienen derechos y eso se debe cumplir; sólo se pide el cabal cumplimiento”.
Destaca que el actual Estado Plurinacional avanzó muy bien en el respeto a los derechos humanos, pero lamenta que en decisiones estratégicas “los primeros derechos en ser sacrificados sea los derechos de los pueblos indígenas”.
JORGE QUISPE

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