miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Justicia en Bolivia? ¡EN LA COCA SALE!



¿Justicia en Bolivia? ¡EN LA COCA SALE!


Debo admitir que resulta interesante e inédito en Bolivia, que –según se informó en Los Tiempos de Cochabambacientos de cocaleros se hubieran movilizado en la jornada nacional del “akulliku” que se realizó en Cochabamba, La Paz, Sucre, Tarija y Oruro, principalmente, habiéndose expuesto además, productos derivados de la coca, como panetones, licor, pastelitos, dulces, mate, chisitos, mermelada, ungüento, pasta dental y champú de coca, lo cual me parece una iniciativa digna de resaltarse en el Estado Plurinacional, ello claro está, dejando de lado algunas actitudes adversas que surgieron en Santa Cruz. También es por todos conocido, que esta jornada se realizó precisamente en apoyo al presidente Morales, quien en Viena defendió el “akulliku”, pidiendo a la ONU despenalizar el masticado de coca para reparar un “error histórico”, habiendo convocado además a una lucha conjunta contra el narcotráfico.


Es absolutamente comprensible, destacable y loable en alguna medida, que como parte de la estrategia nacional para la despenalización de la hoja de coca, Bolivia haya denunciado con reserva la Convención de Viena, en pos de ser readmitida con la condición de que se respete el akulliku de la hoja de coca, dado que de ésta forma se pretende concientizar a la comunidad internacional sobre la necesidad de realizar un nuevo análisis del tema.


Ahora bien, más allá de que en aproximadamente seis ciudades de Bolivia se hubieran reunido para acullicar (argumentando que al igual que la uva mientras no está procesada no es vino, la coca mientras no es procesada no es cocaína, lo que es absolutamente lógico), o de que autoridades de distintas entidades estatales (considerando que son parte del mentado “proceso de cambio”) apoyen la iniciativa del Presidente, de tomar acciones en protesta para despenalizar la hoja de coca, resulta increíble (por no decir espeluznante) que ahora uno de los Magistrados Pitufos en Bolivia (calificativo diseñado por @gamalserhan en razón del color de su investidura y el reducido tamaño de su legitimidad electoral), y nada menos representante del Tribunal Constitucional Plurinacional (que se supone es el Defensor de la Constitución), se hubiera atrevido a declarar que en la Hoja de coca de puede ver el fallo positivo o negativo de una causa: "En momentos de sueño, cuando tenemos que revisar los expedientes, pijchamos la coca y, en momentos complejos, yo consulto a la coca. En un caso de un amparo constitucional, por ejemplo, están las opciones A o B, y se consulta a la coca para ver si vamos a fallar en sentido positivo o negativo. ¡En la coca sale!" (según dijo el Magistrado en declaraciones a la red Gigavisión el día de ayer 13 de marzo).


Al respecto, no existe ningún problema mayor en el hecho de que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) se hubiera sumado a la jornada en pro de la despenalización del consumo tradicional de la hoja de coca (ello además con una inédita ceremonia realizada en la sede de ese órgano de justicia, la cual estuvo presidida por un amauta especialmente llegado de la ciudad de La Paz), dado que, inclinándonos por lo bueno, posiblemente pretenda ponerse de relieve que la hoja de coca, además de sus propiedades nutricionales y médicas, tiene un rol importante en las culturas andinas, porque se constituye en el principal instrumento de chamanes o "yatiris" para predecir el futuro; PERO, ello no puede ser un justificativo suficiente para afirmar que la justeza de una decisión judicial en sede jurisdiccional, constitucional o inclusive administrativa, pueda determinarse por el lado en que caiga una hoja de coca, a menos que, esa sea precisamente una de las innovaciones de la “justicia plurinacional” en Bolivia, lo que tampoco es convincente.


Quisiera pensar que las declaraciones de este “magistrado”, solamente se tratan de un “lapsus lingüis” (si vale el término), por encontrarse arraigado de tradiciones y prácticas ancestrales, que posiblemente lo hubieran acompañado en el desarrollo de toda su vida (dado que hasta el presente aún mantiene el uso del poncho y algunos símbolos de la “justicia comunitaria”, pendiendo en el cuello), pero eso no significa que éste “Magistrado” (elegido por un mínimo voto popular) pretenda asumir y ejercer las atribuciones señaladas por Ley, en razón de su cargo, basándose en lo que le pueda “decir” la hoja sagrada (si es que eso realmente sucede, porque creo que más se trata de la interpretación que cada “yatiri” le brinde a la hoja), puesto que si bien en las áreas rurales, muchas veces “consultan” a la hoja de coca para “conocer el futuro” o “indagar el pasado” de las personas (lo cual, particularmente no comparto), ello no significa que pueda ser considerada como instrumento “útil” o “indispensable” en la administración de justicia en Bolivia, mucho más si se trata de la Justicia Constitucional, en donde la vida, la libertad, los derechos fundamentales y garantías constitucionales en su conjunto, deben ser protegidos mediante una decisión judicial concreta expresada en una Sentencia Constitucional, que por cierto tiene ciertos principios y reglas a las que debe sujetarse para ser emitida.


Esperemos que este tipo de declaraciones o tendencias de los Magistrados Pitufos en Bolivia no sean recurrentes, porque la protección a los derechos y garantías constitucionales de las personas, no puede realizarse de esa forma, y ni mucho menos se puede otorgar justicia a la ciudadanía, dependiendo de lo que la hoja de coca “diga”.


Reitero que, personalmente, no tengo nada, absolutamente nada, en contra de la hoja de coca o su “akulliku”, pero si pretenden que ella sea un parámetro suficiente para decidir sobre la vida, la libertad, y los derechos de las personas, entonces los nuevos Magistrados Pitufos tienen que repensar el sentido de sus funciones, y la relevancia de sus decisiones.

5 comentarios:

Hugo Molina dijo...

Me parece muy interesante y muy real la lectura que diste de este tema vergonzoso para la justicia boliviana, es una verdadera vergüenza que personas profesionales como el Sr. Cusi (ya que para mi no goza la calidad de Licenciado en Derecho o Dr. o algún accidental a su nombre) haya podido alcanzar el privilegio y honor de ser un Magistrado del tribunal constitucional de nuestro país.
El problema es, que desmentir o aclarar le será muy difícil, ya que además de emitir semejante estupidez, hizo una especie de demostración (situación que me causa mucha risa), por respeto a la Justicia boliviana y a sus colegas debería renunciar y dedicarse a ser un Yatiri de tiempo completo!!
un saludo.

Anónimo dijo...

Y es que Bolivia actualmente parece que responde a una lógica orientada por el obscuro destino que lleva la hoja chapareña. Habrá que presentar los recursos ante el TC adjuntando una libra de coca, mejor si es del Chapare y así te ganas puntos extras. Pero hay algo en que disiento, yo si tengo reparos contra la hoja de coca, y cualquier prueba de dopaje también los tendrá. Coca es cocaína.

Anónimo dijo...

realmente por querer ayudar a una causa quiza intrigante el magistrado pudo haber hecho mayor perjuicio y provocado mas critica que si no hubiese dicho nada porque almenos si la coca es o no es cocaina exixtiran pruebas cientificas que lo certifiquen pero de que la misma pueda o no colaborar con decisiones judiciales es pura conjetura

Julio Aliaga Lairana dijo...

Gualberto Cusi (el magistrado del Tribunal Constitucional plurinosequé, quien lee sus veredictos en hojas de coca) fue electo con 173.263 votos en el departamento de La Paz, contra 1.111.764 de blancos, nulos y de otros, sumados en su contra.

Alan E. Vargas Lima dijo...

DOS AYMARAS TACHAN A CUSI DE IMPOSTOR

Por Pavel Alarcón - La Prensa - 17/03/2012

La conducta de Cusi demuestra la falta de conocimiento del mundo aymara.

La revelación de Gualberto Cusi de que se guía por la lectura de hojas de coca para emitir ciertas sentencias constitucionales fue calificada como una impostura para hacer un uso político de su condición de indígena. Ésa fue la conclusión de los estudiosos aymaras Pedro Portugal y Víctor Hugo Cárdenas. El docente universitario Hernán Clavel tildó al tribuno de abogado sin preparación académica.
Cusi fue elegido magistrado del Tribunal Constitucional en las elecciones del 16 de octubre de 2011. El 4 de enero, anunció una movilización de los “aymaras” en demanda de la presidencia de la instancia judicial ante la elección de su colega Rudi Flores en el cargo. Su movilización nunca se realizó y él fue criticado, incluso, por sectores campesinos del MAS.
Durante el proceso previo a las elecciones judiciales, Cusi fue acusado por las víctimas de octubre de 2003 de abandonarlas después de que el tema dejara de interesar a los medios.
La autoridad judicial sostuvo en varias oportunidades que, “como aymara y perteneciente a esa civilización, en momentos de cansancio acullico coca, para seguir trabajando, y también cuando llega la hora de tomar decisiones, acudo a la coca para que guíe mi accionar. Esta práctica es propia de todos los integrantes de los pueblos indígenas”.
Cárdenas respondió que “las declaraciones de Cusi sólo demuestran su ignorancia e impostura sobre la vida en una comunidad aymara. Él desconoce el concepto de sabiduría, cómo y quiénes realizan la tarea de consultar la coca. En una comunidad, son los más viejos los que son instruidos para esta tarea y Cusi es muy joven. Además, por lo que muestra la televisión, no conoce cómo se hacen estas ceremonias. En otras palabras, es una pose para congraciarse con el Presidente”.
Un manejo político. El historiador Pedro Portugal explica que “en todas las civilizaciones hay una parte de conocimiento y de esoterismo, pero no se mezclan. Eso también ocurre en el mundo andino. La conducta de Cusi hace un uso político de algunos símbolos externos, que acompaña con su victimización”.
“Es absurdo que alguien quiera determinar decisiones con base en el esoterismo. Eso no ocurre en ninguna sociedad”. Portugal sostuvo que Cusi sigue la corriente a los funcionarios del Gobierno que “calcaron mitos de otras civilizaciones para generar un discurso político de una sociedad que no conocen y pretenden representar. Un ejemplo de ello son las permanentes ceremonias oficiales, que son una impostura”.
Sin condición académicA. A su turno, el docente de la carrera de Derecho de la UMSA Hernán Clavel dijo que “Cusi no sólo se desprestigia como autoridad, sino defenestra su condición académica y de la universidad que lo formó. Al no entender un conflicto jurídico, recurrir a un recurso metafísico demuestra la poca capacidad profesional de quien lo hace”.
“Lo que más extraña es que ninguna facultad de Ciencias Jurídicas diga nada ante las afirmaciones del señor Cusi, porque son un ataque a la forma de enseñanza de las universidades”.
Cusi obtuvo su título en la Universidad Mayor de San Andrés.
56 autoridades judiciales fueron elegidas el 16 de octubre como parte del proceso de renovación de la justicia boliviana.
“En mi calidad de aymara, seguiré usando, seguiré acullicando la coca, porque además, para nosotros, la coca nos permite comunicarnos, no sólo entre las personas”.
Gualberto Cusi / TRIBUNAL CONSTITUCIONAL