¿Quo vadis el mundo y Bolivia?
Ciro Añez
Núñez.
Como humanidad nos encontramos llenos de complejidades, vanidades,
apariencias, envidias y caprichos, cundidos de los denominados “siete pecados capitales o vicios
cardinales”, por ende, no podemos autoengañarnos y pensar que las grandes
potencias se mueven exclusivamente por criterios maniqueístas de bondad, se
mueven por intereses egoístas principalmente de orden económico y
geoestratégico.
Lee Jun-fan
(Bruce Lee) con justa razón afirmaba: “Esperar que la vida te trate
bien por ser buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque por ser
vegetariano”.
Por ejemplo,
hay quienes, habiéndose enriquecido a punta de corrupción (aprovechándose
y/o siendo permisibles o condescendientes con ella) u obtuvieron sus
riquezas mediante fuego y sangre, pretendiendo olvidar su pasado, resulta que
casi siempre desean sacar provecho de todo al menor costo posible, por ende, su
molestia es enorme cuando esto no logran conseguirlo conforme a sus caprichos,
al extremo absurdo que se victimizan y consideran que son los otros los adustos
e injustos, quienes a su parecer se aprovechan de ellos.
En este
nivel de pérdida del sentido común es que nos hallamos en guerras permanentes
en el mundo, donde no sólo están las bélicas también se suman con mayor fuerza
e intensidad, los medios de comunicación constituidos como “armas de
comunicación masiva”, llegando a ser los principales aliados a esta
guerra permanente que se libra a través de la manipulación psicológica, a veces
consciente y otras veces motivada por falta de recursos y la presión de la
inmediatez actual. En el ciberespacio también se libran batallas con guerrillas
digitales que distraen, embaucan, incentivan la frivolidad, confunden,
entretienen, desenfocan, aumentan la polución informativa y hacen difícil
desentrañar los orígenes y motivaciones de quienes están implicados.
Lo triste,
cruel y anecdótico de todo esto, es que mientras las potencias mundiales
aplican a otros países, postulados egoístas, abusivos y brutales de política
exterior que versa: "divide y reinarás", resulta que
exactamente lo mismo, los gobiernos de turno sudamericanos aplican al interior
de sus propios países, en lugar de buscar unidad, desarrollo y progreso íntegro
e integral, se pierde el tiempo verdaderamente productivo, ocupándose más en
generar polarización, desmanes, distracción social, lidiando una batalla
interna de quien se impone a quien, de criticar los unos a los otros sobre sus
propias miserias, instrumentalizando el ámbito judicial y lo mediático a dichos
fines perversos, siendo un total contrasentido y despropósito, pues en vez de
fortalecernos entre bolivianos cada vez nos estamos debilitando y
autodestruyendo más, trastocando los principios y valores morales universales
con mayores índices de corrupción, contrabando, narcotráfico, lavado de dinero,
adulteración, engaño, informalidad, etc., por el solo hecho de alcanzar el
dominio sobre el otro, aferrándose en algunos casos, a vanas ideologías o encumbrando
modelos de organización política y territorial como panacea o pretexto para
saciar su codicia, lujuria y desfachatez, sin antes, nosotros mismos, como
bolivianos cambiemos de mentalidad.
Si realmente
tenemos en claro y por firme convicción de que no nos gustan los atropellos y
exhortamos a “preservar la paz” (opinión del Estado boliviano sobre el
conflicto en Ucrania) seamos pues consecuentes con ello, y vivamos en
nuestro propio país en paz, sin aplicar la confrontación (el divide y
reinarás) como política de Estado.
Recientemente (04/03/2022), en
Santa Cruz, como personas que ejercemos el derecho a la libre manifestación y a
la protesta pacífica ante tanto abuso, prepotencia política y falta de
independencia judicial, realizamos un paro cívico voluntario, muestra clara, de
que existe una ausencia de voluntad política por escuchar a las regiones y
mejorar para bien la administración pública en general. No vivimos bien pues no
sólo es cuestión de tener dinero, ni pensar que se es mejor persona por tenerlo,
peor aún si es mal habido.
¿A dónde vas
Bolivia?, si lo lógico es que principalmente los políticos prediquen con el
ejemplo, por cuanto, si teóricamente se dice que Bolivia: es un Estado “pacifista” (art.
10 de la Constitución, CPE), “asume” y “promueve” como
principios éticos morales: el vivir bien, vida armoniosa, vida buena, vida sin
mal, camino o vida noble (art. 8-I CPE), no nos quedemos de hipócritas y que
dichos principios realmente sirvan para la concreción de los valores supremos
constitucionales entre bolivianos de unidad, dignidad, libertad, respeto,
transparencia, armonía, etc. (art. 8-II CPE).
No hay comentarios:
Publicar un comentario