Piñera: ‘Con Bolivia no hay problemas limítrofes pendientes’
Bilateral. El Mandatario dice que se avanzó ‘mucho’ en la agenda.
En Santiago. Álvaro García obsequia un poncho de alpaca a Sebastián Piñera, en junio del 2010.
La Razón
A cuatro días de una reunión entre el Ejecutivo y el Legislativo chileno en la que se llegó a un consenso político para no ceder soberanía a Bolivia, el Presidente Sebastián Piñera ratificó esa posición y anunció que con Bolivia no hay problemas limítrofes pendientes.
El Mandatario chileno fijó su posición en una entrevista publicada el domingo por el periódico El Mercurio. El jueves se había reunido en reserva con congresistas chilenos y miembros de las comisiones de Relaciones Exteriores del Poder Legislativo, donde anticipó que el diálogo bilateral con Bolivia no contemplaría la soberanía.
Empero, el Presidente chileno reconoció que en su gestión se avanzó “mucho” en la negociación bilateral. “Chile tiene una agenda de 13 puntos con Bolivia. Se ha avanzado mucho en esa agenda”, destacó. En agosto del 2009, en plena campaña electoral, Piñera expresó su rechazo a brindar a Bolivia una salida soberana al Océano Pacífico.
“Quiero decir con mucha claridad lo mismo que dije durante la campaña y que ratifico hoy día como Presidente: Chile no tiene problemas limítrofes con Bolivia. Quedaron todos resueltos en el Tratado de 1904. Y para mí, proteger la soberanía, el territorio y el mar chileno son una prioridad y un compromiso que asumo con mucha responsabilidad”, sentenció Piñera.
“No soy partidario de ceder territorio ni mar chileno ni soberanía chilena, pero soy partidario de facilitar el acceso de Bolivia a los puertos chilenos para su comercio exterior, fomentar mayores lazos de integración económica y de toda índole", manifestó en una entrevista que concedió en ese entonces a periodistas de agencias internacionales en Santiago.
Encuentro. Piñera y congresistas chilenos se reunieron el 24 de febrero para fijar una posición sobre la demanda marítima boliviana. En la cita, según publicaron La Tercera y El Mercurio, los asistentes descartaron ceder soberanía, mostraron preocupación porque Bolivia acuda a la Corte Internacional de La Haya por la demanda marítima y analizaron la baja popularidad de Evo Morales en Bolivia.
En el encuentro se analizaron diferentes soluciones a la aspiración boliviana, entre ellas se mencionó la negociación entre los ex mandatarios Ricardo Lagos y Jorge Quiroga el 2001, donde Chile pretendía ceder a Bolivia una zona económica especial en la segunda región chilena, con amplias facilidades legales y en la que habría un puerto para usos comerciales.
El diputado del Partido Por la Democracia (PPD) de Chile, Jorge Tarud, ratificó que la clase política chilena no propondrá a Bolivia un territorio soberano. “La respuesta final de no ceder un espacio con soberanía a Bolivia está enmarcada en el sentimiento que expresa el pueblo chileno”, dijo.
Al respecto, legisladores de la oposición en Bolivia esperan la respuesta del canciller David Choquehuanca a una petición de informe oral. “Debemos saber cuáles han sido los avances en la negociación y ratificamos nuestra posición de que esta demanda centenaria debe tener un diálogo transparente”, informó el diputado de Convergencia Nacional (CN), Andrés Ortega.
La agenda Bolivia-Chile
El 2006, Evo Morales y Michelle Bachelet consolidaron la agenda de los 13 puntos donde se incluye la demanda marítima. Sebastián Piñera ratificó, el 2010, el diálogo bilateral, aunque descartó ceder un espacio con soberanía a Bolivia.
Negociaciones con Chile
Desde que el presidente Evo Morales asumió el poder, las relaciones con Chile tuvieron un profundo cambio. En una actitud muy diferente a la que tuvo como líder opositor, su Gobierno ha tenido relaciones muy amistosas con el anterior y el actual Gobierno de Chile. Se han mantenido las reuniones de más alto nivel de las últimas décadas, alrededor de una agenda de 13 puntos. Sin embargo, hasta hoy no se ven resultados de estas negociaciones y sus avances. Las mismas son conducidas sin transparencia y los bolivianos nos informamos por las declaraciones de autoridades chilenas.
Es paradójico que en Bolivia se le dé tan poca importancia al desarrollo de estas discusiones. No son objeto de debate público ni un asunto de primera línea en la atención de nuestros medios de comunicación. Me surge la duda si esto se debe a la intensidad de la agenda política interna, la polarización política que se vivió en los años anteriores, la crisis económica que se sufre a partir del gasolinazo o la indiferencia que causa el escepticismo que nuestro pueblo siente al respecto.
No obstante estas conjeturas, el Poder Ejecutivo que tiene el derecho constitucional de conducir la política exterior, al mismo tiempo tiene la responsabilidad de informar a la población de decisiones tan importantes.
La relación con Chile tiene gran trascendencia para nuestro desarrollo. Somos pueblos que debemos y podemos construir un futuro común de integración y complementariedad. No obstante, tenemos un tema pendiente que nos detiene en este proceso histórico; la pérdida de la cualidad marítima de Bolivia. Ni la mayoría del pueblo chileno está dispuesto a aceptar la cesión de territorio con soberanía ni el pueblo boliviano acepta renunciar a la demanda del acceso soberano al mar.
Sin embargo, ambos gobiernos han continuado conversando y negociando sobre este tema. Esto significa que se están explorando soluciones intermedias. ¿Cuáles? por lo menos los bolivianos no las conocemos. Por otro lado, las cosas parecen complicarse últimamente. El cálculo de las autoridades chilenas hasta hoy ha sido que el alto nivel de popularidad del presidente Morales, lo hacía más confiable para llegar a un acuerdo en un tema tan difícil. Esta popularidad ha comenzado a evaporarse y ya no es sinónimo de seguridad para el largo plazo.
Como boliviano, me surge otra desconfianza. En momentos en los que la inflación y la crisis alimentaria nos golpean duramente, se comienza a notar una cierta desesperación en nuestro Gobierno por llegar a un resultado con rapidez en las negociaciones con Chile. Esto me hace temer que por la necesidad de recuperar popularidad en política interna, el Gobierno nacional negocie a como dé lugar una solución que no sea la mejor para el interés nacional, lo que una vez más subordinaría una causa histórica a un interés particular de corto plazo. Es imperioso que el Ejecutivo informe al pueblo y que se abra un debate público, serio y responsable con el futuro de Bolivia.
Fuente: Los Tiempos
Fecha: 01-Mar-2011
Termina la luna de miel boliviano - chilena
El optimista romance extra relaciones diplomáticas que empezó hace cinco años entre el presidente boliviano Evo Morales y la presidenta chilena Michelle Bachelet, se encuentra en sus últimos estertores y en el diagnóstico es de "cabo de vela". Al parecer acabaron las conversaciones, la Agenda de los 13 puntos ya está archivada y una proyectada reunión entre los presidentes de Bolivia y Chile, acordada hace un mes entre vicecancilleres en La Paz, quedó desahuciada. Por tanto, el proyecto de solucionar el problema del enclaustramiento de Bolivia habría vuelto a fojas cero.
Numerosos factores determinaron esa situación, entre ellos las declaraciones de los presidentes Morales y Piñera en torno a la cuestión; el trámite de Perú ante la Corte Internacional de La Haya; la renuncia del Cónsul en Santiago; la posición de los partidos políticos chilenos; la abrupta caída de la popularidad de Evo Morales y otros. Pero una de las causas principales, que habría determinado el enfriamiento de las conversaciones boliviano-chilenas, sería que el presidente chileno Sebastián Piñera se pronunció categóricamente en sentido de que en ningún momento se daría una solución al enclaustramiento boliviano con la necesaria soberanía que reclama nuestro país.
Esta actitud del Gobierno chileno sería la más relevante, ya que Piñera no da brazo a torcer. En efecto, declaró que una negociación con Bolivia no contempla ceder soberanía y que cualquier otro arreglo será acompañado de un plan comercial y de cooperación. La posición de La Moneda fue respaldada por el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand. Además -sobre mojado, llovido- se reveló que "no existe consenso político en Chile, es muy difícil que exista una propuesta con soberanía para Bolivia", según un diputado comunista.
Otro asunto enturbia el panorama: el temor de la Cancillería chilena a que Bolivia inicie una demanda de revisión del Tratado de 1904 ante la Corte de La Haya, sugerencia que ha puesto de pelos en punta a la diplomacia de Santiago. La posible "judicialización" de la demanda marítima boliviana hizo comentar a un diputado socialista que "sería lamentable acudir a cortes internacionales". Al respecto, el diputado Tarud, mostrando gran alarma, afirmó: "Si se pretende denunciar el Tratado de 1904, sería gravísimo. Estaría dando una pequeña señal. No se puede actuar unilateralmente y de ser así, el diálogo se cae".
A ese escollo se suma la definición de la Constitución boliviana que señala el año 2013 para renegociar los tratados contrarios al texto constitucional.
La suma de esos espinosos antecedentes anticipa que la negociación del quinquenio se derrumbó como un castillo de naipes y que la proyectada reunión de los presidente Morales y Piñera está condenada a las calendas griegas. Así, colorín colorado, el cuento se ha acabado.
Fuente: El Diario
Fecha: 03-Mar-2011
Fecha: 03-Mar-2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario