Tras el anuncio de Evo Morales de que la demanda internacional en La Haya es inminente, Chile reaccionó con contradicción: por un lado sostiene la incompetencia de la Corte y por otro llama a una cumbre en busca de apoyo.
La Razón / Ricardo Aguilar Agramont / La Paz
00:05 / 07 de abril de 2013
El 20 de marzo, a pocos días de que Bolivia reafirme su derecho al mar, el ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick, ironizaba sobre los actos del 23 de marzo que se acercaban: “Que ellos celebren todo lo que quieran celebrar, incluso lo que no tienen”. Declaraciones de este tipo ya no se oyeron después del comunicado del presidente Evo Morales en el Día del Mar, cuando anunció que en los “próximos días el Estado presentará la demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Desde ese momento, la reacción chilena denotó desconcierto y contradicción, como prueba el siguiente razonamiento: Primero, Chile habló, casi con desenfado, de que había tranquilidad sobre la cuestión bajo el argumento de que la demanda no sería aceptada en La Haya porque ésta no podía observar temas anteriores a 1948, año en que se firmó el Pacto de Bogotá, que valida recurrir a la CIJ a los países firmantes. Inmediatamente después, no obstante, el presidente chileno, Sebastián Piñera, convocó a las fuerzas políticas de su país a una cumbre para el lunes 1 de abril, para demostrar unidad sobre el tema.
El expresidente Carlos Mesa, si bien dice que es necesario esperar a que se haga pública detalladamente la demanda para evaluar la reacción chilena, afirma que “Chile está preocupado pretendiendo mostrar unidad”. A eso respondería la pretensión de cohesión en el tema, “pues es claro que (Chile) ha recibido el impacto”.
De igual forma, la experta en derecho internacional Karen Longaric señala que la convocatoria del presidente chileno a todas las fuerzas políticas de su país tiene el objetivo de contrarrestar la demanda internacional boliviana. “Esto muestra que hay temor en ese país y contradice su afirmación categórica” de que la CIJ no tendría competencia para casos anteriores al Pacto de Bogotá”.
“Piñera busca validar internamente la errónea política hacia Bolivia desplegada por su gobierno, lo que deterioró significativamente las relaciones bilaterales. Su administración es consciente de este craso error caracterizado por el uso de frases chauvinistas extemporáneas como por ejemplo el concepto ‘soberanía absoluta’, el cual está obsoleto, pues hoy se habla de solidaridad, cooperación e integración”, argumenta. La cumbre llamada por Piñera sería, según Mesa, una respuesta a lo que se hizo en Bolivia, cuando Morales convocó a los expresidentes y excancilleres días antes del 23 de marzo.
“Esto representa un desafío para el Presidente boliviano, pues de manera urgente y antes de que la demanda se conozca tiene que reunirse con la oposición con representación política, es decir, con Samuel Doria Medina, Juan del Granado, Rubén Costas y líderes de la Asamblea Plurinacional, tanto de la oposición como del oficialismo”, exhorta Mesa, para quien esa reunión debe “cerrar la afirmación” de la demanda.
Sorpresa. Por la misma vena de opinión, Javier Murillo, excanciller de Bolivia, asegura que la inminencia de la presentación de la demanda internacional “les ha tomado (a los chilenos) por sorpresa”. “Creo que acostumbrados como están ellos al juego dilatorio respecto del tema marítimo, no esperaban que la determinación de entablar un pleito internacional sea firme”, apunta.
Es así que explica el llamado a la cumbre en Chile. “Se trata de una preparación de la opinión pública parecida a la que se realizó acá convocando a los expresidentes. Quieren formar una base de apoyo de opinión pública contra el diferendo en la CIJ, sobre el cual dicen no corresponder con el momento; no obstante, para ellos nunca es el momento. Hemos tratado de negociar con seriedad y buena fe por 134 años, lo cual en definitiva demuestra una persistencia de Bolivia y una rigidez cada vez mayor de Chile”.
Murillo cree que la demanda es justificable, tomando en cuenta los antecedentes mencionados. Sin embargo, eso “no debería cerrar” la posibilidad de un diálogo bilateral. En ese sentido, opina que el ejemplo del litigio Perú-Chile (sobre la delimitación marítima entre ambas naciones) debe ser seguido, pues el diferendo que llevan desde hace cinco años no ha interrumpido la comunicación y cooperación entre esos Estados.
¿Existe realmente unidad entre las fuerzas políticas chilenas en un momento altamente electoralizado a causa de los comicios generales de fin de año en ese país?
Según Jorge Tarud, diputado chileno y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, que habló con Animal Político de La Razón, el anuncio del litigio ha sido tomado con tranquilidad porque “Bolivia no tiene chance en La Haya”. La Corte —considera— no sería competente para referirse a tratados firmados con anterioridad al Pacto de Bogotá de 1948.
“A pesar de esto, actuaremos con la misma unidad dentro de los frentes políticos, tal como se procedió con la demanda peruana. Todos los partidos políticos han demostrado que hay unidad, con excepción de uno o dos parlamentarios que tienen una opinión diferente y son una ínfima minoría”.
De acuerdo con Mesa, Chile está buscando generar esa imagen de unidad desde hace un tiempo. En Bolivia —dice—hay ideas comunes, mientras que en el país vecino se habrían oído voces de discrepancia que no hacen que pueda hablarse de división.
“Tienen unidad, es cierto, pero menos consistente que Bolivia”. La cumbre del lunes en Chile desnudó las discrepancias sobre la demanda de Bolivia. No todos los representantes políticos estuvieron de acuerdo con las propuestas que fueron expuestas.
Electoralización. Laurence Golborne, precandidato presidencial de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), anunció que haría una propuesta para incorporar a la Constitución de su país una cláusula “cerrojo” con el fin de no permitir la entrega de territorio y soberanía a terceros países.
Según Murillo, este intento “es una torpeza”, porque “nunca hay que cerrar las posibilidades para que los pueblos se entiendan”. Argumenta que los gobiernos “son transitorios” y “no pueden jugar” con los destinos de los pueblos y “exponerlos a una confrontación histórica definitiva”.
Consultado sobre ese posible “cerrojo” constitucional, el senador chileno Alejandro Navarro, vicepresidente de la Cámara Alta de Chile y representante de Bío Bío por el Movimiento Amplio Social (MAS), se limitó a decir que su posición sobre el tema se encontraba en un comunicado en su sitio web.
“La única reforma a su sacrosanta Constitución que la UDI está dispuesta a hacer es la que prohibiría salida al mar para Bolivia, pese a ser una posición sólo sustentada en sondeos de opinión (…). Golborne lo que hace es una virtual declaración de guerra, ya que su propuesta cierra una salida pacífica. Es un portazo al diálogo”, señala el texto del senador.
Navarro devela que hay división en la misma derecha chilena, pues, Golborne anunció su propuesta de modificación constitucional, aparentemente, a espaldas de Piñera y horas antes de que comience la cumbre convocada por ese mandatario, por lo que quedaría en tela de juicio quién realmente manda en la Moneda: ¿Piñera o la UDI?
“La propuesta de Golborne sorprendió a Piñera. El candidato presidencial de la derecha optó por sacrificar la credibilidad del Presidente a cambio de unos mezquinos puntos en las encuestas, pues surge la legítima duda sobre si Piñera conocía las declaraciones del candidato o no, considerando que fueron hechas a las 13.05 de la tarde, es decir, mucho antes de la reunión en La Moneda con todos los presidentes de los partidos políticos y los presidentes de Relaciones Exteriores”, escribe Navarro.
La polémica sobre la modificación constitucional con una cláusula “cerrojo” deja a la vista que las diferentes posiciones de las fuerzas políticas chilenas sobre el tema marítimo están siendo utilizadas, como lo denunciaron partidarios de la oposición de Piñera.
No obstante, para el diputado chileno Tarud, el único que ha aprovechado el tema marítimo “políticamente” fue Morales. “En Chile, nunca se ha echado la política exterior a la política interna”, sostiene.
Murillo, al contrario, considera que la electoralización del tema en el país vecino es evidente. “En Bolivia siempre se ha dicho que la vuelta al mar ha sido motivo de electoralización, sin embargo, no es así por la simple razón de que en todo tiempo, sea el momento político que sea, siempre hemos planteado que se atienda con firmeza la demanda del retorno soberano al mar”, arguye.
Del anuncio de Morales de demanda a Chile en La Haya, los ímpetus por el propósito nacional se han reforzado, con el argumento de que en 134 años no hubo avances de diálogo más que dilación en la eventual solución del diferendo bilateral. El miércoles, el Presidente del Estado tomó posesión del expresidente de la República y de la Corte Suprema de Justicia Eduardo Rodríguez Veltzé como embajador extraordinario con representación plenipotenciaria y como agente boliviano ante tribunales internacionales.
Aquél comandará la demanda judicial de Bolivia contra Chile en La Haya. “Vivimos tiempos en los que la idea de que la victoria bélica da derechos ya no va más. Más bien los países hoy son más democráticos, promueven la integración y la solución concertada de sus conflictos y eventualmente, ante la imposibilidad de ello, acudir ante los mecanismos que prevé la Carta de Naciones Unidas (La Haya)”, dijo en su primera comparecencia ante los medios, el jueves.
‘Chile pretende mostrar unidad interna’: Carlos Mesa, expresidente de Bolivia
Chile está preocupado, por supuesto que lo está. En mi opinión, ha sobrerreaccionado porque aún no se conoce el tenor de la demanda, por lo que está dando golpes ciegos tratando de adivinar y pretendiendo mostrar unidad interna; pero hay una conciencia en Chile de que la actitud del gobierno de Piñera ha conducido a que Bolivia se determine por el juicio internacional.
‘Cumbre política fue un monólogo de Piñera’: Marco Enríquez Ominami, candidato presidencial en Chile
Lo que debería hacer el presidente Piñera es llamar a los presidentes Evo Morales y Ollanta Humala y empezar a resolver el problema (marítimo boliviano). La cumbre política que este lunes hubo entre el mandatario chileno y los jefes de partido con representación parlamentaria para analizar la demanda boliviana, sólo fue un monólogo para el presidente Piñera. (02-03-13)
‘No esperaban que la decisión sea firme’: Javier Murillo, excanciller de Bolivia
Acostumbrado a su juego dilatorio del tema marítimo, Chile no esperaba que la decisión de la demanda internacional sea firme y vaya a plasmarse en una acción concreta en el corto plazo. Entonces, su gobierno se ha desconcertado y ahora realiza una suerte de preparación de la opinión pública; por eso la convocatoria a jefes de partidos políticos de esa nación.
‘Bolivia no tiene chance en La Haya’: Jorge Tarud, presidente de la Comisión de RREE de Diputados de Chile
El anuncio del presidente Morales ha sido tomado con tranquilidad porque Bolivia no tiene chances en La Haya. No conocemos los términos de la demanda, pero la Corte no es competente para referirse a tratados firmados con anterioridad al Pacto de Bogotá de 1948. Actuaremos con la misma unidad en los frentes políticos, como se hizo con la demanda peruana.
‘Reacción de Chile es contradictoria’: Karen Longaric, experta en derecho internacional
Lo que veo es que la reacción de Chile es contradictoria, pues, por una parte, asegura que la demanda judicial boliviana ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya será rechazada por negarle jurisdicción; mientras que por otro lado, Piñera pide apoyo a las fuerzas políticas chilenas para contrarrestar dicha demanda, lo que denota preocupación.
‘Estamos preparados para acudir al Tribunal’: Evo Morales, presidente de Bolivia
Bolivia se ha esforzado para tener negociaciones de buena fe, Chile tiene voluntad contraria [...]. (Por eso) he decidido que en los próximos días una comisión viaje a La Haya a presentar la demanda para retornar al mar con soberanía. [...] Todo el pueblo boliviano está unido para volver al mar con soberanía, hemos hecho un buen trabajo, estamos preparados. (23-03-13)
Sugerencias para asumir la demanda en Bolivia
La experta en derecho internacional Karen Longaric afirma que no corresponde que Bolivia trate, en este momento, “de persuadir a Chile”, ni intente restaurar las “deterioradas relaciones bilaterales”. Puesto que ya hay una demanda judicial “se debe ser consecuente con ella” y preservar así la dignidad del Estado y pueblo bolivianos. Las relaciones están “totalmente” deterioradas, insiste. Chile muestra una hostilidad “muy fuerte”, por lo que “hay que ir adelante con la demanda”.
El Gobierno “debería ser muy serio en el tema”, eso —continúa— implica “dejar de hacer anuncios periodísticos” sobre las probables fechas en que se presenten (los documentos) a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya y hacerlo cuando estén listos. “De todas maneras, ya se ha asumido una responsabilidad histórica sin precedentes con el pueblo boliviano y ojalá sea exitosa”.
En ese sentido, luego se podrá analizar de forma “más reflexiva” la reacción chilena, “que ahora ha radicalizado su posición” al hablar de modificar su Constitución con una cláusula “cerrojo” que tenga el fin de no permitir la entrega de territorio y soberanía a terceros países.
Para el excanciller Javier Murillo, son tres los factores primordiales para un futuro entendimiento entre Bolivia y Chile: “Insisto en que el problema de nuestro enclaustramiento se va a resolver con tres elementos que se pongan en línea en un mismo tiempo histórico, éstos son: la voluntad real de Chile de resolver el problema, la voluntad viabilizadora del Perú para poder llegar a la meta y una opinión pública boliviana bien orientada y que esté de acuerdo con las dimensiones y costos del arreglo”.
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