Fabián Yaksic: “El voto en las judiciales sirve, en
realidad, para validar un cuoteo”
Escribió el libro “Interpelación silenciosa del voto blanco y nulo”, que
puso bajo la lupa a la primera elección judicial de 2011.
Por Pablo Peralta M.
La Paz - miércoles, 19 de abril de
2023 - 15:55
Fabián Yaksic, exviceministro de Descentralización y exdiputado,
sostiene que las elecciones judiciales, tal como están concebidas, sirven, en
realidad, para validar un “cuoteo” anticipado.
Yaksic, siendo diputado, participó en el primer proceso y en 2012,
publicó Interpelación silenciosa del voto blanco y nulo, libro en
el que puso bajo la lupa a la primera elección judicial de 2011.
Fue uno de los pioneros en documentar y analizar ese proceso. En ese
trabajo, Yaksic retrata cómo el diseño de preselección que se creó en la
Asamblea Constituyente fue, en realidad, cambiado a través de lo que llamó como
“pacto partidocrático”.
“Por eso no tienen mucho sentido, ahora, las elecciones judiciales, ir
al voto popular, cuando cambiaron el sistema de preselección en este acuerdo
entre el MAS y Podemos y eso ha desnaturalizado todo el proceso electoral de
2011, y 2017 y el que se quiere organizar ahora”, aseguró Yaksic, en entrevista
con Página Siete Digital.
Algo que pone de manifiesto en su libro es que hubo un pacto entre el
MAS y la entonces oposición que cambió el diseño de la Asamblea Constituyente
sobre la preselección de aspirantes judiciales. El “Control Administrativo
Disciplinario”, que hacía la preselección, fue transformado, tras ese pacto, en
lo que conocemos hoy ¿Usted cree que ahí fue el origen de la crisis del sistema
judicial?
El sistema judicial está en crisis desde mucho más antes. No es ese el
origen, es la continuación y la profundización de la crisis que ha derivado en
ese pacto partidocrático que se hizo entre Podemos, entre el señor Jorge
Quiroga y Evo Morales, del MAS. Los partidos políticos siempre han actuado
exactamente de la misma manera, sea el MAS, sea el MNR, sea Podemos, sea Tuto
Quiroga. Todos los políticos saben que utilizar a la justicia es parte de la
estrategia de poder, que siempre ha caracterizado al país.
Lamentablemente se burlaron, una vez más, el MAS, Podemos y todos los
políticos hacen exactamente lo mismo. Se burlan de una voluntad popular
ciudadana que se expresó en la Asamblea Constituyente.
El sentimiento básicamente era bueno para acabar con la corrupción, para
acabar con esta administración de justicia miserable que ha caracterizado
siempre y que ahora está profundizada por el MAS. La salida era elegir
democráticamente a los magistrados, empezar por la cabeza, que el pueblo los
elija y para eso se diseñó este diseño ciudadano, que era que un ente ciudadano
independiente del poder político, para que preseleccione a los candidatos que
vayan al voto popular. Ese era el diseño, eso era que la gente esperaba que
salga de la Asamblea Constituyente, y así fue como los propios constituyentes
del MAS lo aprobaron en la sesión de Oruro.
Por eso no tienen mucho sentido, ahora, las elecciones judiciales, ir al
voto popular, cuando cambiaron el sistema de preselección en este acuerdo entre
el MAS y Podemos, y eso ha desnaturalizado todo el proceso electoral de 2011, y
2017 y el que se quiere organizar ahora.
No tiene sentido ir a elecciones judiciales como la gente quería, en la
medida en que son los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, los que se
encargan de preseleccionar. Es un cuoteo anticipado y el voto en realidad sirve
para validar ese cuoteo. Ya no elegimos, que era el propósito de ir al voto
popular. No elegimos a los magistrados. Validamos un acuerdo, una repartija que
se hace en la Asamblea Legislativa.
Usted que realizó el análisis del primer proceso ¿Cuál era el cálculo de
la oposición de entonces para sellar un acuerdo de esa naturaleza con el MAS?
Es decir, Tuto Quiroga también estaba pensando en lotearse y en
cuotearse la administración de la justicia. El 2008, no calculó que el MAS iba
a tener los dos tercios y por tanto no necesitaba alianzas ni acuerdos para
cuotearse los máximos tribunales de justicia. Siempre se equivocó, porque es el
que ha dado la enorme legitimidad de Evo Morales cuando lo desafió al
revocatorio, otro error de don Tuto Quiroga.
Por eso Podemos y Tuto Quiroga hicieron ese pacto, pensando en que ellos
iban a tener una representación parlamentaria importante y se iba a repartir
nomás, como han acordado. Es decir, hacer la preselección, pensando en que iban
a tener una representación parlamentaria más o menos importante. Ahí
fracasaron, jamás calcularon que el MAS iba a tener dos tercios durante dos
gestiones continuas, por tanto, claro, no necesitaban hacer pacto con nadie y
se han repartido por dos elecciones consecutivas a los magistrados y van a
seguirlo haciendo.
Un elemento que usted analiza en el libro es que en el primer proceso se
creó una comisión de concertación para el reglamento, la cual terminaron
abandonando las fuerzas de oposición y luego el propio MAS. ¿Si desde el principio
se hubiera apuntalado en insistir en ese escenario de concertación otra hubiera
sido la historia o el MAS ya tenía trazado lo que quería?
No. Si hubiera funcionado algún nivel de concertación, hubiera
funcionado para los partidos políticos. La repartija hubiera sido la misma, tal
vez con participación de algún partido de oposición. Pero no le cambia
exactamente el propósito y la utilización partidocrática que hacen los
políticos, que hacen los partidos políticos. Y, claro, el MAS la tenía muy clara,
en la medida en que ese pacto que se logró el 2008, cambiando lo que se
proyectó en la Asamblea Constituyente, finalmente ha derivado en que ellos
teniendo los dos tercios, claro, no tenían por qué estar concertando, por qué
hacer funcionar ninguna comisión porque solitos llegaron a preseleccionar a los
magistrados en dos elecciones consecutivas y se sacaron pues “la lotería”.
Sin mucho esfuerzo se han repartido los magistrados y nos hicieron creer
en las elecciones judiciales que nosotros íbamos a elegir al ir a votar. Es
decir, doble estafa.
El MAS acaba de aprobar nuevamente el reglamento y la oposición señala
que “el remedio es peor que la enfermedad” ¿A qué atribuye que el MAS avance,
como caballo cochero, con las judiciales pese a que en dos oportunidades los
electores votaron mayoritariamente nulo y blanco?
Pero no le interesa al MAS cómo se elige, porque eso es lo que menos le
interesa. Van a tratar de forzar una elección en la Asamblea Legislativa, no sé
cómo harán. Quieren llegar a la elección, porque no les interesa si el voto
blanco o nulo. El voto blanco y nulo es mayoritario, pero no sirve para nada,
porque lo que valen son los votos válidos, y eso es lo peor.
Es decir, no les interesa la legitimidad que pudieran tener los
magistrados que pueden ser elegidos con el 1% de los votos, porque no creen en
un diseño que lo han transformado, lo han trastocado y definitivamente les
interesa muy poco que otra vez con seguridad vamos a tener que ir a votar
blanco y nulo, pero ya es un ejercicio estéril, porque no sirvió para nada y
van a elegir nomás con un voto magistrados azules seis años más los tendremos
haciendo tropelías; y los responsables de eso son la Asamblea Legislativa
Plurinacional de hoy día, el gobierno de Luis Arce Catacora y una oposición que
realmente no tiene condiciones para enfrentar esto que se nos viene encima.
Van a forzar un proceso electoral. No estoy seguro cómo lo harán, porque
como no tienen ahora los dos tercios para imponer el listado, porque para eso
necesitan dos tercios. Hasta ahora pueden aprobar reglamento en las comisiones
y demás, pero ya tienen que ir a la Asamblea para aprobar el listado, la
preselección y eso no sé qué estarán pensando. Cómo estarán queriendo llegar,
comprarse opositores, no sé qué harán, pero está claro que ellos van a seguir
en este intento de mantener el esquema y tener una lista de preseleccionados
con las maniobras que sean del caso y llegar nomás a una elección.
¿Usted cree que el MAS está con la espalda política como para soportar
una eventual derrota de los votos blanco y nulos para lograr imponer una
“renovación” de las cúpulas judiciales” a su modo?
Ellos no conciben la derrota. Todo lo contrario. Para ellos es un gran
triunfo, porque han logrado elegir a sus magistrados. Ellos no leen una
derrota. ¿Cuál derrota? Porque al final van a elegirlos. Eso es lo que pasó en
2011 y ellos no leen eso como una derrota, sino más bien como una victoria,
porque al final se salieron con la suya.
Ahora que eso en el imaginario colectivo, nosotros nos alegremos, estas
victorias pírricas que tenemos de cuando en cuando, nos alegramos de que el
voto blanco y nulo haya vencido para qué, porque ellos lograron nomás elegir a
sus magistrados y eso para ellos es victoria. Les interesa un pepino como queda
la democracia, que el voto nulo sea mayor, que el voto blanco... Para ellos eso
es una maravilla, porque lo que ellos quieren es elegir de la manera en cómo
han estado eligiendo y para ellos va a ser un triunfo.
Ellos no tienen esta lectura democrática de la pérdida de legitimidad.
Si tienen la espalda o no tienen es lo que menos interesa. Suficiente con que
vayan a las elecciones, ahí no interesa ya si el voto nulo o blanco gana, porque
ellos van a salir con la suya. Van a volver a elegir, con un voto, no importa,
porque no les interesa la democracia, no les interesa las formas. Lo que
quieres es el resultado y el resultado es tener magistrado subordinados otra
vez más por seis años consecutivos.
Una de las conclusiones a las que arribó en el libro es que “es preciso
llevar adelante un gran debate nacional sobre la pertinencia de impulsar una
reforma constitucional que modifique el sistema de preselección” ¿Tras más de
10 años qué piensa al respecto?
Hay que seguir apostando a eso. Yo creo que tarde o temprano, la gente
va a empezar a reaccionar. Yo creo el Gobierno a lo que pudiera estar jugando
es a cansar a la gente, pero la gente puede llegar a un cabreamiento que no ha
tenido en décadas pasadas y que definitivamente esté pensando en otros
escenarios que obliguen a una profunda reforma, que no solamente ya cambie el
sistema de preselección, porque ya no es suficiente así como están las cosas,
tiene que haber un cambio profundo de todo lo que ha significado la marcha de
la democracia.
Por ejemplo, cambiar las reglas del juego de esta democracia directa y
participativa que ha nacido muerta y hoy día la iniciativa de los abogados
independientes lo está demostrando una vez más. Ha sido toda una estafa esto de
la democracia y participativa que como digo nació muerta en la Constitución,
porque se le pone tantas trabas, que no hay una sola iniciativa legislativa
ciudadana, no hay posibilidades de impulsar realmente mecanismos de referéndum,
de revocatoria.
Es decir, los
institutos de democracia directa y participativa quedaron en nada. A eso hay
volver a apuntar, qué lindo sería que el voto blanco, por ejemplo, tenga
validez, que sea un voto válido, donde la gente realmente le apueste en serio a
una opción. El blanco debería ser una opción electoral para reforzar el
sentimiento ciudadano, creo que ahí podríamos avanzar en cuando a democracia
directa y participativa que ha quedado en nada, que ha quedado en los papeles.
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