viernes, 28 de enero de 2011

VERDADES OCULTAS DE UN DISCURSO PRESIDENCIAL ACCIDENTADO...

Los presidentes de Chile y Bolivia, en un encuentro anterior. 


Morales: “Esperamos recuperar pronto el Atacama…”


Santiago de Chile | Por EFE - Agencia - 22/01/2011
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó hoy su deseo de que su país "recupere pronto" la región chilena de Atacama, durante el discurso pronunciado ante la Asamblea Legislativa para dar un informe de sus cinco años de gestión.
“Atacama antes era Bolivia. Es verdad. Esperamos recuperarla pronto", dijo en su discurso, despertando el aplauso de los legisladores que asistieron al informe que lleva más de dos horas.
Morales aludió al tema al hacer referencia a las reservas de litio de Bolivia, que cuantificó en 100 millones de toneladas, y comparándolas con las de Atacama que posee 30 millones.
Bolivia y Chile mantienen una controversia centenaria por el reclamo boliviano de una restitución de una salida soberana al Pacífico, que perdió en una guerra del siglo XIX.
Por la falta de solución a este problema, ambos países no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un paréntesis entre 1975 y 1978.
Hace cinco años, Morales y la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, establecieron una agenda de trece puntos para mejorar las relaciones bilaterales, en la que se incluyó por primera vez la demanda marítima de La Paz.
El mandatario boliviano reconoció hace unas semanas que en este tema no hay plazo para su solución, si bien pidió una "voluntad política" de parte de Chile para agilizar el tema.
La semana pasada ambos países establecieron en Santiago de Chile una comisión de alto nivel, presidida por sus cancilleres, con el fin de discutir la demanda marítima de Bolivia.


Piñera: “Atacama es y va a seguir siendo chilena…”


Santiago de Chile | Por Agencias - Agencia - 24/01/2011
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, sostuvo ayer que “Atacama es y va a seguir siendo chilena”, en respuesta a las declaraciones formuladas por su homólogo Evo Morales, que el sábado dijo: “Atacama antes era de Bolivia; esperamos recuperarla pronto”.
“Atacama es y va a seguir siendo chilena, con soberanía chilena, y eso nunca ha estado ni va a estar en las conversaciones con Bolivia”, indicó el mandatario chileno.
Morales expresó el sábado el deseo de que Bolivia “recupere pronto” la región de Atacama durante el discurso pronunciado ante la Asamblea Legislativa para dar un informe de sus cinco años de gestión, aunque el vocero presidencial, Iván Canelas, afirmó que el comentario fue “una broma”.
El mandatario boliviano se refirió al tema al hacer referencia a las reservas de litio de Bolivia, que cuantificó en 100 millones de toneladas, comparándolas con las de Atacama, que posee 30 millones.
El presidente Piñera, que participó ayer en una misa junto a su familia en la capilla de Bahía Coique, en el municipio de Futrono, en el sur de Chile, expresó que “con Bolivia tenemos una mesa de diálogo y una conversación que tiene 13 puntos”.
“Pero de esto no voy a hablar en broma, sino muy en serio”, enfatizó el gobernante en alusión al desmentido del Gobierno de Bolivia, horas después de las expresiones de Morales.
David Choquehuanca
Ayer, después de la polémica, el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, dijo que la búsqueda de soluciones a la más que centenaria reivindicación marítima de Bolivia es una prioridad en el diálogo emprendido con Chile desde 2006.
“El tema del mar es prioritario para Bolivia en las negociaciones que iniciamos con Chile por la voluntad política de los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet hace cinco años”, dijo.
Subrayó que Chile también considera prioritario alcanzar acuerdos con Bolivia sobre el tema del mar, lo que se ha demostrado en las reuniones sostenidas por el actual presidente Sebastián Piñera con líderes políticos de ese país.
Destacó que por primera vez desde hace más de un siglo, la reivindicación marítima de Bolivia “ha sido incluida en la agenda oficial de ambas naciones”, lo que es un primer e importante paso.
Dijo que en forma paralela se han desarrollado los últimos años acciones destinadas a construir la confianza mutua con permanentes visitas de autoridades.
Entrevistado en el programa “El Pueblo es Noticia” de la red estatal de comunicación, Choquehuanca manifestó que la voluntad de solucionar los problemas bilaterales fue reafirmada recientemente por Morales y Piñera en el encuentro que sostuvieron en Foz de Iguazú, Brasil, en el marco del Mercado Común del Sur (Mercosur).
“En ese encuentro los dos mandatarios emitieron un mandato para acelerar las negociaciones con la conformación de una comisión de alto nivel que trace el camino de solución a las divergencias”, indicó.
Confirmó que en la prosecución de esos esfuerzos, llegará a La Paz el 7 de febrero el canciller chileno Moreno.
Hace una semana, el canciller chileno, Alfredo Moreno, y Choquehuanca decidieron crear en Santiago una comisión permanente de alto nivel, en este caso presidida por ellos y los vicecancilleres, por mandato expreso de los presidentes de ambos países.


EL TESTIMONIO DE UN GRAN ESCRITOR: Julio Verne

“Durante los álgidos días en que Chile y Argentina se disputaban la soberanía del Canal Beagle, un diario chileno publicó un artículo titulado ‘Julio Verne, Testigo de Chile’, donde se citaba un párrafo de la novela ‘Los Náufragos del Jonathan’, en el cual este escritor declaraba que las islas en disputa pertenecían a Chile. Para destacar lo importante que era para Chile la opinión de Julio Verne, el artículo en este diario chileno expresaba lo siguiente:
La imaginería de Julio Verne no fue nunca solamente literaria. Su especial oniromancia marchó siempre del brazo por sus libros con una rigurosa exactitud histórica y geográfica. Julio Verne sabía historia y sabía geografía (…). La honestidad intelectual de Julio Verne surge como un vigoroso antecedente a favor de la causa de Chile en el  Canal Beagle. Nadie podría jamás acusar al escritor francés de ignorar la geografía o inventarla. Todo lo que él dijo en este ámbito fue siempre exacto y verdadero.
Pues bien, si Julio Verne fue tan valioso testigo para Chile en el pleito con Argentina por su ‘honestidad intelectual’ y su ‘rigurosa exactitud histórica y geográfica’, seguramente esas virtudes seguirán vigentes cuando el gran escritor francés se pronuncia también sobre el pleito entre Chile y Bolivia. En efecto, en su obra ‘Un Capitán de Quince Años’, capítulo 15 de la segunda parte, se relata que el barco en el cual viajaba un grupo de aventureros encalló en el paralelo 25 (¡justo en el punto donde Don Alonso de Ovalle declaró que comenzaba Chile!). Los viajeros no sabían con exactitud dónde se encontraban. ¿Estaban acaso en las costas del Perú?. Un desconocido que llega en ese momento, les aclara: ‘No, amiguito, no; un poco más al sur. Han encallado ustedes en la costa boliviana. Es más, están ustedes en esa parte meridional de Bolivia, que confina con Chile’. No es necesario seguir acumulando evidencias -de toda índole- para llegar a la única gran conclusión: Chile le debe un puerto a Bolivia”.[1]


LOS LÍMITES ORIGINALES DE CHILE ANTES DE LA FUNDACIÓN DE BOLIVIA
El Reino de Chile[2] avanza hasta el Paralelo 25 por el Norte.-
El 1º de octubre de 1803 y el 17 de marzo de 1805, el Rey español dictó respectivas cédulas reales mediante las cuales se declaraba que en el Paposo convergían los territorios del Virreinato de Buenos Aires, Perú, y Chile. Esto significaba que el límite norte de Chile era el paralelo 25º 38. Este dato oficial fue confirmado por el historiador chileno don Alonso de Ovalle, quien declaró: “Da principio a este reino en sus confines con el del Perú, en veinte y cinco grados, el río que llaman Salado”. Él también dijo que el Reino de Chile “tiene por vecino a la banda del norte, las provincias de Atacama y las ricas minas de plata de Potosí, que dan principio al Reino del Perú”.
Como se sabe, la provincia de Potosí pertenecía a la Audiencia de Charcas, la que más tarde formó parte de la naciente República de Bolivia. Y Don Alonso de Ovalle confirma que el antiguo Chile tenía a ese territorio boliviano “por vecino”. Esta demarcación jamás fue cambiada por España.[3]
Nacimiento del Perú.-
“La República del Perú, libre e independiente, surgió sobre los territorios del virreinato del mismo nombre. El Virreinato del Perú al iniciarse en América el movimiento revolucionario en 1810, comprendía los territorios de las Intendencias de Trujillo, Lima, Tarma, Huancavelica, Huamanga, Arequipa, Cusco y Puno; los de la Comandancia General de Maynas y el del Gobierno de Guayaquil. (…) La República del Perú limitaba en 1827 por el Norte y Nor-Oeste con la Gran Colombia; por el Este limitaba con el Brasil, convertido entonces en monarquía independiente; por el Sur-Este y Sur con Bolivia. El Perú no tenía límites con Chile. Se recordará que desde la independencia y hasta 1879, el Perú no limitaba por el Sur con Chile sino con Bolivia (en el río Loa) y era Bolivia, que tenía salida al mar por la región de Atacama, la que limitaba con Chile.[4]
Este es un dato importante: es cierto que originalmente el Perú y Chile confinaban por el territorio de la Audiencia de Charcas, pero en 1776, cuando se erige el Virreinato de Buenos Aires y, entre otras provincias, se le asigna la de Charcas, el Perú y Chile dejan de ser provincias limítrofes. El límite meridional del Perú queda reducido hasta el grado 21º 20’, en el río Loa; y Buenos Aires y Chile confinan por el antiguo límite meridional del Perú en el grado 25º 38’. Después de esos ajustes oficiales, el Perú nunca volvió a limitar con Chile, excepto después de la Guerra del Pacífico. Bolivia (heredera de la Audiencia de Charcas) era el país que limitaba con Chile precisamente en una porción de territorio que tenía salida al mar. Y el historiador peruano antes citado, señala que esta era la situación existente allá por el año 1827. Y aquí es interesante destacar que el escritor chileno Don Vicente Pérez Rosales confirma esto: “… un pálido bosquejo de lo que era Chile en el año 1824… El departamento de Coquimbo confinaba al norte con la Provincia de Atacama del Alto Perú en el río Sala Agua Buena y médano de Atacama”.[5]
Nacimiento de Bolivia.-
En 1563 se funda la Audiencia de Charcas, subordinada al Virreinato del Perú. Esta Audiencia comprendía la ciudad de La Plata, la ciudad de La Paz, Chucuito, el pueblo de Oropesa, la Villa Imperial de Potosí, Porco y Santiago del Estero. La costa se extendía desde Tampalla hasta el río de Copiapó, incluyendo los puertos Tarapacá y Mejillones. La Audiencia de Charcas tenía acceso soberano al Océano Pacífico por la costa del desierto de Atacama que correspondía a la jurisdicción de la Provincia de Potosí.
En la Provincia de Potosí se encontraban dos subdivisiones: Atacama la Grande, ubicada en la parte alta y montañosa, cuya capital era San Pedro; y Atacama la Chica, ubicada en la parte baja y costera, cuya capital era Chiu-Chiu. A su vez en Atacama la Chica se encontraban los puertos de Cobija y Tocopilla.[6]
La expansión territorial de Chile hacia el Norte.-
“Hablando con franqueza, Chile nació pobre. En nuestro territorio nunca hubo depósitos de oro o plata en una cantidad que justificara una expedición, siendo estos los elementos a los cuales el género humano les atribuye tanto valor. Como riquezas naturales, Chile sólo podía exhibir la madera del sur y el cobre en un área que actualmente se conoce como Rancagua. Pero lo que los aventureros españoles vinieron a buscar a América era oro y plata. Y ese botín lo encontraron en México, en algunos lugares de Centroamérica y, principalmente, en el Perú. La desafortunada expedición de Diego de Almagro a Chile, demostró que en estas tierras nadie se haría rico. Los Incas ya sabían esto, pues, antes de la llegada de los depredadores españoles, las fuerzas incaicas se habían internado por el sur hasta las riberas del río Bio-Bio, y únicamente encontraron a los belicosos e incivilizados mapuches. Riquezas no habían”.[7]
Esa situación desvalida continuó en Chile, sin grandes variaciones, a través del período colonial y más allá de las primeras décadas de vida independiente, hasta poco antes de la Guerra del Pacífico. Don Francisco A. Encina reconoce que Chile era “un pequeño Estado orgánico y una de las últimas entre las colonias españolas”.
A mediados de 1841, los franceses Máximo y Domingo Latrille recibieron autorización del Gobierno de Bolivia para explorar Angamos y Orejas de Mar, en cuya zona descubrieron ricos depósitos de guano y salitre. Por otra parte, en 1842 se descubrieron grandes yacimientos de guano en el Perú, lo que trajo gran alivio y bienestar al panorama económico de ese país.
Estos hallazgos motivaron al Gobierno de Chile a enviar una Comisión a explorar las covaderas existentes en las costas del norte del país. La comisión encontró yacimientos de guano entre los paralelos 29 y 23. A raíz de estos descubrimientos, el Ministro de Hacienda, Señor Manuel Rengifo, presentó al Congreso un proyecto de Ley para que los depósitos de guano encontrados se convirtieran en propiedad chilena.
De esta forma, el 31 de octubre de 1842, el Congreso chileno dictó una ley que declaraba “de propiedad nacional los guanos que existen en las costas de la provincia de Coquimbo, en el litoral del desierto de Atacama y en las islas e islotes adyacentes”. El presidente de Chile, era entonces el General Manuel Bulnes Prieto.[8]
La protesta boliviana.-
Al imponerse la ley promulgada por el Gobierno chileno, Bolivia protestó enérgicamente contra dicha ley que declaraba propiedad chilena las guaneras de Atacama, y envió al Abogado Casimiro Olañeta a Santiago de Chile, con la misión de reclamar los derechos de Bolivia sobre el territorio comprendido entre los paralelos 26 y 23. El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Don Ramón Luis Irarrázabal, le contestó que “no estaba en las facultades del Poder Ejecutivo alterar las leyes dictadas por el Congreso”. Y fueron inútiles los afanes del Señor Olañeta por hacer prevalecer la voz de la razón. La posición chilena se mantuvo impertérrita (inmutable).
Después de una serie de conflictos y roces de autoridad en el territorio en disputa, Bolivia envió en octubre de 1847 a Don Joaquín Aguirre a Santiago de Chile, a reclamar por sus derechos territoriales. Pero la misión de este segundo enviado del Gobierno de Bolivia tampoco tuvo éxito.
A comienzos de 1858, siendo presidente del país Don José María Linares, Bolivia envió a Don Manuel Macedonio Salinas a Santiago de Chile con el fin de obtener la desocupación chilena del área de Mejillones. Nuevamente Chile rehusó atender la reclamación boliviana.
A fines de 1860, Don José María Santivañez fue el cuarto enviado boliviano a Santiago de Chile en procura de una solución mediante un arbitraje. El Señor Santivañez presentó la posición boliviana en una nota del 2 de septiembre de 1861. Pero el Gobierno de Chile, una vez más, desoyó las reclamaciones bolivianas y mantuvo su determinación de que el límite norte de Chile era el paralelo 23.
Y así la cuestión limítrofe entre ambos países llevaba más de treinta años, desde el 31 de octubre de 1842, fecha en que el Gobierno de Chile decretó que ese país limitaba al norte con el paralelo 23.[9]
Conclusiones Históricas preliminares.-
ü  En el Alto Perú, se inicia la lucha por la emancipación de América en circunstancia de encontrarse la Audiencia de Charcas formando parte del Virreynato de Buenos Aires.
ü  Consolidada la independencia del Alto Perú, después de la “Guerra de los quince años”, tanto Lima como Buenos Aires, a cuyos virreinatos perteneció alternativamente la Audiencia de Charcas, y cuyos ejércitos contribuyeron al afianzamiento de su causa, reconocen la personalidad histórica (y jurídica) de la naciente República.
ü  Libertadas las antiguas colonias españolas en América, acordaron fijar como principio regulador de sus fronteras en su nueva estructura republicana, los mismos límites que poseían bajo la legislación de Indias. Así surge la doctrina del “utti possidetis juris” de 1810, destinada a promover la armonía y favorecer la paz en el Continente sobre la base del arreglo jurídico de cualquier controversia territorial.
ü  En virtud de aquella norma del derecho público americano, Bolivia, como heredera de la Audiencia de Charcas, nace a la vida independiente con dominio sobre todo el Litoral atacameño, desde el río Loa hasta el Paposo.
ü  A raíz de la primera disputa de fronteras que sostuvo Bolivia con la República Argentina, por la posesión de Tarija, le tocó al Libertador Simón Bolívar defender la soberanía altoperuana de Atacama frente a las pretensiones del general Arenales, cuyas milicias habían ocupado una parte del Desierto, como contingencia de la guerra emancipadora.
ü  Chile, entre tanto, conocedor como la Argentina que la provincia de Atacama correspondía a Potosí y, por consiguiente, a Bolivia, no formuló ningún reclamo.
ü  El año mismo de su independencia, Bolivia toma posesión real de la costa de Atacama, sin oposición alguna. Numerosas leyes y decretos, de amplia publicidad, atestiguan el ejercicio jurisdiccional de la República sobre ella. Esa soberanía se expresa, asimismo, en el régimen constitucional del país. Diversos actos administrativos respaldan igualmente el dominio nacional del Litoral.
ü  La provincia de Atacama, con el puerto de Cobija como capital, es erigida en Distrito Litoral independiente de Potosí, con gobierno propio, en 1829, aumentándose de ésta manera el número de los departamentos de la República.
ü  Recién cuando la explotación del guano alcanza un incremento considerable con el descubrimiento de grandes depósitos, y se abre y ensancha el mercado europeo, Chile opta por declarar mediante Ley de 13 de octubre de 1842 de propiedad nacional las guaneras del Litoral atacameño desde Mejillones, lo que obliga al Gobierno de Bolivia, a acreditar ante el Gobierno de “La Moneda”, la Misión de Olañeta con la expresa finalidad de protestar por aquella insólitaq medida y pedir su inmediata derogación.
ü  Aquella invasión ilegal del territorio boliviano, es completada con la creación de la provincia de Atacama (el año siguiente), que no figuraba en la geografía política de Chile.
ü  Con la dictación de esas dos leyes usurpadoras y la gestión de Olañeta, queda trabada la controversia diplomática entre ambos países, la misma que se resolverá a favor de Chile con la Guerra del Pacífico, 37 años después.[10]
Vista de las aguas del océano pacífico desde una de las regiones chilenas


[1] MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Reflexiones de un Ciudadano Chileno. Tercera Edición revisada y aumentada. La Paz (Bolivia): Librería Editorial Juventud, 2003. Págs. 144-145. (las negrillas me corresponden)
[2] Según el Padre Diego de Rosales, este nombre de “Reino”, se lo había puesto el Emperador Carlos V al querer casar a su hijo Don Felipe con la Reina de Inglaterra, María Tudor, La aristocracia de Inglaterra no veía con buenos ojos que su reina fuese a casarse con alguno de rango inferior. Para salir del paso, y al constatar que estas provincias pertenecientes a la Corona de Castilla aún permanecían sin títulos, el Emperador exclamó: ¡Pues, hagamos Reyno a Chile!, y así nació el reino de Chile. (MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Reflexiones de un Ciudadano Chileno. Pág. 38).
[3] MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Págs. 25-26.
[4] PONS MUZZO, Gustavo. Compendio de la Historia del Perú. Citado por Cástulo Martinez. Págs. 26-27.
[5] PÉREZ ROSALES, Vicente. Recuerdos del Pasado. Citado por Cástulo Martinez. Pág. 27.
[6] MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Pág. 28.
[7] MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Pág. 45.
[8] “Por más que busqué en las diversas obras chilenas que tratan las causas de la Guerra del Pacífico, no pude encontrar ningún fundamento histórico para fijar la frontera chilena en el paralelo 23 (a la altura de la Bahía de Mejillones). Considerando que el límite norte de Chile era el río Paposo, situado en el paralelo 25, grado 32, la ley del 31 de octubre de 1842 nació viciada. Un país no puede legislar sobre territorio ajeno. El presidente Bulnes y sus asesores políticos seguramente sabían que los reyes españoles habían dictaminado que el límite norte de Chile terminaba en el paralelo 25, de modo que las guaneras de Atacama quedaban lejos del territorio chileno. Esa ley, por lo tanto, es un buen ejemplo de los Don Franciso A. Encina describe con tanta gracia como ‘el espíritu expansionista’ de los chilenos”. MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Págs. 46-47.
[9] MARTÍNEZ, Cástulo. El Mar de Bolivia. Págs. 49-50. Este es un breve resumen de fragmentos extractados del Libro: El Mar de Bolivia. Reflexiones de un Ciudadano Chileno. Los posteriores sucesos de éste problema, como son el intercambio de notas entre las Cancillerías de ambos países, el reclamo de derechos territoriales de ambos países sobre la zona en disputa, la ley de declaratoria de guerra a Chile en caso de agotarse los medios conciliatorios de la diplomacia, incluyendo el fallido intento de arreglo pacífico por parte de Don Tomás Frías y las concesiones territoriales de Melgarejo, se encuentran explicados y detallados con claridad y en forma breve, en la tantas veces citada obra de Don Cástulo Martínez, lectura indispensable en esta hora, y en cualquier momento, para comprender los alcances de los derechos de Bolivia sobre el Litoral atacameño.
[10] Estas conclusiones, son el resultado de una profunda investigación realizada sobre el tema, publicada por: GUTIÉRREZ, Mario R. Alegato Histórico de los Derechos de Bolivia al Pacífico. Segunda Edición. La Paz (Bolivia): Artes Gráficas Don Bosco, 1979. Págs. 261-263.


No hay comentarios: