La justicia en el banquillo...
El voto nulo ante la tradición electoral
La Razón – 14 de agosto de 2011
El actual desprestigio de la justicia es el mayor obstáculo que debería vencer el voto nulo: todo mejor a lo que hoy se vive.
La campaña por el voto No/nulo deberá enfrentar al menos dos grandes obstáculos establecidos por la tradición política e institucional del país. Por un lado, está el carácter plebiscitario de muchas de las elecciones que se han dado en Bolivia y, por otro, la fuerte imagen, establecida en el imaginario boliviano, del desprestigio de la justicia, señalan el politólogo Jorge Lazarte y el abogado cruceño Reymi Ferreira.
El primero, exvocal electoral y exconstituyente de Unidad Nacional (UN), recuerda que el plebiscito como tal no existe como figura jurídica en la legislación boliviana, lo que sí hay es un fuerte sentido plebiscitario en la mayoría de las elecciones, sobre todo los últimos años.
La causa para esta tradición plebiscitaria es la existencia de los caudillos políticos. Así, “cualquier elección, sobre todo nacional, termina poniendo como punto de referencia al caudillo que está en el gobierno, particularmente al Presidente”, de modo que las elecciones adquieren ese valor especial; pero desde el punto de vista político, no jurídico: de votar a favor o en contra de ese presidente, esté o no en juego el cargo mismo del caudillo.
Pues, bien, el voto que rechaza el proceso electoral judicial de octubre, también adquirirá este carácter.
Sobre si el voto nulo es parte de una estrategia política hacia las elecciones del 2014, Lazarte no lo duda: “El Gobierno y la oposición tienen estrategias políticas, ciertos intereses que buscan y que quieren verlos ratificados en el proceso electoral, logrando más ventajas que el adversario”.
OCTUBRE. El problema es saber, dice, si después de octubre aparecerá una correlación política de fuerzas distinta. Esta elección afectará no sólo a los que sean elegidos, sino también al propio Presidente, “por eso es que el
problema ahora es salvar este proceso electoral, más que lograr la designación de los altos magistrados”.
Ferreira, por su parte, señala que el voto nulo, si quiere triunfar, tendrá que derrotar la memoria histórica del cuoteo en que hasta ahora se ha debatido la justicia, “el cambalache” en que cayó la designación de cargos.
Hoy, con la elección de los jueces supremos del país, por lo menos se tiene la posibilidad o esperanza de elegirlos. Es como decir que mejor cualquier reforma a seguir soportando la actual situación de la justicia.
Un hecho sobre el que llama la atención el abogado cruceño es el referido a que una vez elegidos los nuevos jueces serán irrevocables, pues su legitimidad habrá nacido del voto ciudadano; de aquí que haya la esperanza de que en octubre se esté constituyendo, por lo menos en parte, un Órgano Judicial fuerte.
Lazarte retruca: “Es muy difícil dejar de ser pesimista respecto a lo que pueda pasar después de las elecciones judiciales. Yo creo que el camino es equivocado, no sólo el recorrido, sino el camino mismo”. Lo seguro es que después los bandos se atribuirán la victoria.
El MAS está en su fase de declinación
Jorge Lazarte Rojas
Desde la crisis del año 2000 el Movimiento Al Socialismo (MAS) tuvo una carrera ascendente en las elecciones nacionales y municipales. Creo que esto se ha acabado. Electoralmente, en abril, el MAS perdió un millón de votos. Segundo, hoy, todas las encuestas ponen al Gobierno nacional en minoría, como que se sumaran “todos contra el Gobierno”.
El MAS también ha creado descontento entre su propia gente. Yo creo que el Gobierno ha entrado, desde hace rato, en su momento de declinación. Este proceso va acentuándose a medida que pasa el tiempo, en lugar de remontarse. Aquélla escalada de triunfos cada vez mayores, es ya cosa del pasado.
Por eso es importante esta elección, porque el Gobierno se la está jugando. Se perdió un tercio más o menos de los votos en la última elección municipal.
El Gobierno perdió electorado; en este momento, no tiene los centros urbanos y no ha podido recuperar el apoyo de las clases medias. Si bien de manera preliminar ninguna encuesta le da el 50 por ciento, algunas le dan menos de la mitad.
El Gobierno ha entrado en su fase de declinación; el problema es saber con qué celeridad va a ocurrir esto, y si se podrá frenar la tendencia. Depende también de la oposición; aunque esta declinación del MAS no es tanto por el trabajo de la oposición, sino, por el contrario, por los propios errores del Gobierno.
Jorge Lazarte Rojas es politólogo
La oposición está a punto de suicidarse
Reymi Ferreira
Creo que (el voto nulo) es un error político, porque, primero a la elección judicial se la quiere convertir en un acto plebiscitario. Se está desfigurando una figura constitucional (la elección), que está así en la Constitución, nos guste o no.
Hay una suerte de suicidio de la oposición. Los votos de octubre van a dar contundentemente un voto positivo por cualquiera de los candidatos. Se está jugando con eso. Hoy se ha apresurado (al lanzar el voto nulo), entusiasmada por algunas encuestas y creo que no sondeó lo que la gente opina.
Por otra parte, en la historia electoral del país, el voto nulo nunca ha prosperado; para esto, hay que ver la experiencia trotskista, que siempre planteó el voto nulo o pifiado, pero siempre obtuvo márgenes muy pequeños. La tradición de los electores bolivianos, más bien, ha sido la utilidad, el voto útil.
Por más razones que se argumenten para que la gente anule o pifie su voto, es muy difícil; es ir contra una tradición política del pueblo elector.
También se tendrá que ir contra la idea de que el MAS o el proceso de cambio es un todo homogéneo, cuando es de una gran diversidad. Lo prueba la cantidad de diferencias que han habido, de candidatos y alternativas que hay.
Contra lo que se cree, en las listas de candidatos también existen personalidades que no son del MAS, que incluso han sido contrarios al partido de Gobierno. De aquí que no es adecuado tratar de desprestigiarlos como adeptos del MAS.
Reymi Ferreira es Abogado
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