EL ‘PROCESO DE CAMBIO’ EN CUESTIÓN
Las fisuras en el MAS se decantan en dos corrientes disidentes
La Razón – 3 de julio de 2011 – ANIMAL POLÍTICO
Aún se comentaba sobre la expectativa de la asunción del primer presidente indígena en Bolivia. Informal, con su famosa chompa a rayas, Evo Morales posesionó a su primer gabinete ministerial el 23 de enero del 2006. En ese discurso, en el Palacio de Gobierno, hizo una promesa al pueblo boliviano: “Cumpliré el mandato del pueblo para cambiar el modelo neoliberal y, en democracia, resolver los problemas estructurales y los problemas sociales”.
Para algunos, Morales cumple hasta hoy con esa promesa. Otros piensan lo contrario. Pero lo llamativo es que éstos son líderes sindicales, políticos de izquierda y excolaboradores del Mandatario, que hoy se convierten en un apartado crítico del denominado “proceso de cambio”.
Y acá se evidencia algo claro. La verdadera y más fuerte oposición al gobierno de Morales surgió del propio Movimiento Al Socialismo (MAS), como lo vaticinó el vicepresidente Álvaro García en enero del 2010. “Estamos entrando a un periodo estatal y social donde la adversidad política al proceso de cambio no va a estar tanto en otro proyecto de poder, sino en las enfermedades internas del MAS”.
Tuvo razón. Esta oposición comenzó a brotar con críticas al proyecto oficialista, que, según los críticos, desvió la esencia del “proceso de cambio”. Esta resistencia al MAS surge en dos grupos que optan por iniciar una larga lucha: conformar proyectos alternativos de izquierda que hagan frente a Morales y García Linera, si es que deciden por una reelección electoral el 2014.
¿Quiénes conforman estos bandos? Un primer grupo está compuesto por políticos de la talla de Filemón Escóbar, ideólogo y exsenador del MAS; Raúl Prada, exconstituyente del MAS y exviceministro de Morales; Alejandro Almaraz, ex viceministro y “soldado” del MAS que es recordado por su gorra de legionario y que expropió tierras a varios empresarios; Alex Contreras, exvocero presidencial; Gustavo Guzmán, exembajador de Bolivia en Estados Unidos, y Óscar Olivera, dirigente sindical que encabezó en Cochabamba la denominada “guerra del agua” el año 2000.
Alejados. Un segundo grupo es liderado por Félix Patzi, quien fue ministro de Educación del primer gobierno de Morales y truncado —por un caso de embriaguez— candidato a la Gobernación de La Paz.
Otros líderes indígenas y fundadores del MAS, como Román Loayza y Lino Villca, criticaron también el proyecto gubernamental, aunque se inclinan a formar parte del primer grupo. Villca y Loayza fueron senadores del MAS y dirigentes cocaleros.
Ahora, ¿qué factores incentivan a formar alternativas diferentes al MAS? Ellos dicen que el “proceso de cambio” está “extraviado” y convocan, como consigna política, a “reencauzar” la lucha social. Además, protestan contra el entorno de Morales, que, según dicen, es un equipo “oportunista”. El más aludido es García Linera.
“El error más grande que se cometió fue abrir la puerta al garcialinerismo en el MAS. Hemos ingresado a un periodo bien peligroso en los marcos de la democracia; bajo el argumento del Estado Plurinacional hemos caído en un régimen stalinista que viene de la teoría del ‘muchacho’ García Linera”, dice Escóbar.
Los nuevos cuadros políticos del MAS también son parte del estudio de Escóbar. “¿Quién es Fidel Surco? ¿Ha estado en la cárcel, ha sido torturado, ha sido exiliado? ¿Quién es Sacha Llorenti, ese llok’alla? ¿De dónde ha salido (Juan Ramón) Quintana? Esta gente se ha metido al MAS después del 2004 y a patadas nos han sacado”, protesta.
¿De qué proceso de cambio se habla?, cuestiona Almaraz. En su criterio, los movimientos sociales son excluidos de las políticas gubernamentales. “Urge que en las instancias sociales en las cuales se abrió el proceso, ahora se los rescate”, comenta.
Es que, en palabras de Prada, los sectores sociales no están gobernando junto con el Presidente. “El proyecto era descolonizador, anticapitalista, era autogestionario, se abría a una nueva forma de organización desde la sociedad, el proyecto era antiestatal, era destruir el Estado y construir otra cosa. Ahora se ve otra cosa”, explica.
En el otro bando, Patzi, que se considera parte del “proceso de cambio”, quiere proseguir el camino que inició Morales, aunque pretende hacer un cambio en la economía del país. “Hay gente que ya no cree en el MAS, porque ha perdido credibilidad y legitimidad después del ‘gasolinazo’ y su abrogatoria. Los disconformes con el Gobierno deben tener una nueva opción desde la izquierda para evitar su desbande y que caigan en los partidos de la derecha recalcitrante”, explica.
Para Villca y Loayza, los movimientos sociales no están gobernando. “Sólo se ve la mano del Álvaro (García Linera) y los sectores quedaron a un lado”, protesta Loayza, quien también fue constituyente del MAS y nunca funcionario gubernamental.
Posiciones. Con estas acusaciones, ¿se puede decir que el ‘instrumento político’ cambió sus ejes? Los disidentes dicen que sí. Expresan que el Presidente del Estado olvidó la esencia política que se marcó cuando se creó el Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), hace 16 años en Cochabamba. En cambio, los actuales líderes no ven desviaciones en la ruta del proceso, aunque reconocen las fracturas internas en el partido.
A estos grupos de disidentes, incluso, los tildaron de derechistas. El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, cree, a manera de respuesta, que los políticos disidentes ya no pueden aportar al proceso que lidera Morales. “Son compañeros que no responden al momento ni al proceso político. Están anteponiendo sus intereses individuales y se han convertido en bufones de la derecha”, increpa.
Dentro del grupo de intelectuales del MAS, el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce, ratificó, en abril del 2011, que la política gubernamental de izquierda está en buen camino. “Bolivia es un proceso verdaderamente histórico, de verdadera transformación estructural, es un proceso que está en curso y que seguirá en curso durante mucho tiempo”, reaccionó el legislador tras enterarse que un grupo de 31 disidentes, mediante un manifiesto público, explicaron que el MAS no logró ejecutar ningún cambio.
Este último desmarque fue el más evidente, considerando el nivel de debate de sus actores.
‘El MAS no ejecuta el verdadero proyecto’
Raúl Prada - Exviceministro
El exconstituyente del MAS y exviceministro de Planificación y Coordinación del gobierno de Evo Morales, Raúl Prada, explica que la actual gestión gubernamental ejecuta un proyecto distinto al que elaboraron los movimientos sociales. “El proyecto del MAS es un proyecto nacionalista, por lo tanto, es colonial, porque habla de dominio de los pueblos”, dice. Pide, además, que los sectores sociales sean tomados en cuenta en las políticas gubernamentales. “Los movimientos sociales son los llamados a salvar el proceso de cambio”.
‘Hay que recuperar el proceso de cambio’
Alejandro Almaraz - Exviceministro
Quiere recuperar el proceso de cambio, que, según él, se desvió en la segunda gestión de Evo Morales. “Se desarrollarán encuentros regionales en todo el país con los sectores desencantados con la gestión del Gobierno, esto a manera de elaborar una propuesta política hacia el futuro para que los sectores sociales, como verdaderos actores del cambio, retomen la dirección de la revolución”, comenta. Califica al “gasolinazo” como una de las fallas políticas que puso en riesgo el proceso. “Ya no existe la consulta a los movimientos sociales”, protesta.
‘Tenemos que proteger la unidad como tesoro’
Álvaro García - Vicepresidente del Estado
El vicepresidente Álvaro García Linera pidió a los movimientos sociales “unidad” para continuar con la ejecución del “proceso de cambio”. “Tenemos que proteger la unidad como un tesoro. Eso nos enseñó Túpac Katari y Bartolina Sisa. Los congresos orgánicos son para consolidar la organización. Hay que definir el trabajo, pero siempre manteniéndonos unidos. Tenemos un objetivo: desarrollar y profundizar el Estado Plurinacional. La clave es el liderazgo, el objetivo y la organización, son los tres pilares de la victoria”, recuerda la autoridad.
‘Buscan intereses individuales’
César Navarro Viceministro de Estado
Al grupo de disidentes los califica como “derechistas” por haber abandonado el proceso que inició el presidente Evo Morales. “Son compañeros que no responden al momento ni al proceso político que estamos viviendo ahora. Están anteponiendo sus intereses individuales y no colectivos. Aparte se han convertido en bufones de la derecha”, arremete Navarro. Explica que los movimientos sociales están conformes con la gestión gubernamental. “No entiendo por qué dicen que se abandonó a los sectores sociales, eso no es cierto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario