¡ACABAR CON LA PENA DE MUERTE!
La pena de muerte es la forma más extrema de negación de los derechos humanos. Es el homicidio premeditado y a sangre fría de un ser humano a manos del Estado y en nombre de la justicia.
La pena de muerte se aplica a menudo de forma discriminatoria, y se utiliza de forma desproporcionada contra los pobres y las minorías. No se ha demostrado que constituya una medida disuasoria efectiva contra la comisión de delitos, y niega la posibilidad de reconciliación y rehabilitación. Prolonga el sufrimiento de la familia de la víctima de asesinato y el de los seres queridos de la persona condenada. Y sobre todo, en la medida en que la justicia humana sigue estando sujeta a error, nunca se podrá eliminar el riesgo de ejecutar a inocentes.
La pena de muerte es un síntoma de una cultura de violencia, no una solución a ella. Es una afrenta a la dignidad humana. Debe ser abolida.
Las acciones durante el 50 aniversario de Amnistía Internacional se centrarán en Arabia Saudí, Bielorrusia, China, Estados Unidos, Irán y Mongolia.
Acabemos con la pena de muerte en Bielorrusia
Hasta 400 personas pueden haber sido ejecutadas en Bielorrusia desde que se independizó en 1991.
En Bielorrusia, trabajando conjuntamente con la ONG Centro de Derechos Humanos Viasna, pedimos al presidente Lukashenko que suspenda de inmediato las ejecuciones y conmute todas las condenas a muerte.
En Bielorrusia, a los presos condenados a muerte no se les informa de que van a morir hasta unos momentos antes de que se lleve a cabo la ejecución. Se les mata mediante un disparo en la nuca. No se entrega el cadáver a la familia, y el lugar de inhumación se mantiene en secreto.
Después de un año sin ejecuciones, en 2010 las autoridades bielorrusas ejecutaron a dos hombres y condenaron a muerte a tres personas.
Posteriormente, funcionarios bielorrusos han afirmado, en intervenciones ante la ONU, que están analizando la posibilidad de la abolición.
Es hora de que acaben los homicidios cometidos por el Estado en Bielorrusia. Actúa: diles a las autoridades que pongan fin al uso de la pena de muerte ya.
Detengamos las ejecuciones en Arabia Saudí
El uso de la pena de muerte está muy extendido en Arabia Saudí. Las condenas a muerte se imponen a menudo en juicios extremadamente injustos y, en gran parte, secretos. En este sistema de justicia deficiente, los ciudadanos extranjeros son especialmente vulnerables.
El ciudadano nigeriano Suliamon Olyfemi y la ciudadana indonesia Siti Zainab Binti Duhri Rupa corren peligro de ejecución inminente. Actúa ya.
En Arabia Saudí, es frecuente que los ciudadanos extranjeros acusados de un delito punible con la muerte no cuenten con abogado defensor ni asistencia letrada. En muchos casos, ni siquiera se les facilita un intérprete durante el juicio. Algunas personas ni siquiera son conscientes de que las han condenado a muerte, puesto que a menudo carecen de los conocimientos y las competencias lingüísticas necesarios para entender el juicio.
Además, los ciudadanos extranjeros tienen muchas menos probabilidades de recibir un indulto que los ciudadanos saudíes con influencias. Pide al gobierno de Arabia Saudí que ponga fin a las ejecuciones ya.
Más información sobre la campaña Acabar con la pena de muerte » (haz click ahí)
Cuando se fundó Amnistía Internacional, en 1961, sólo nueve países habían abolido la pena de muerte para todos los delitos. A comienzos de 2011, el número de países se había elevado a 96.
AHORA TAMBIÉN PUEDES VER EL INICIO Y EL FIN DE LA PENA DE MUERTE EN BOLIVIA, HACIENDO CLICK EN EL SIGUIENTE ENLACE:
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