sábado, 24 de septiembre de 2011

TIPNIS Y SUS ESCENARIOS POSIBLES DE DIÁLOGO CONSTRUCTIVO...

EL PROBLEMA DEL TIPNIS


Desde la perspectiva de la conflictividad

La Gaceta Jurídica – 23 de septiembre de 2011
La Fundación UNIR Bolivia ha realizado un análisis del conflicto en torno al TIPNIS, tomando en cuenta los aspectos económicos, sociales, políticos, culturales y medioambientales y los intereses de los actores, con el propósito de plantear escenarios posibles y condiciones que viabilicen un diálogo constructivo para evitar violencia.

Este documento refleja un análisis del conflicto por la construcción de la carretera que atraviesa el TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), visto desde un prisma metodológico de transformación de conflictos, por lo cual desmarcamos el análisis de una visión amigo-enemigo entre los actores confrontados; al contrario, analizaremos aspectos que desde la ciencia consideramos divisores, también pretendemos aportar con aspectos que sirven como conectores, haciendo evidente la interdependencia entre todo actor involucrado en una situación conflictiva.
Aquí se plantea tres escenarios posibles en los que el conflicto podría desembocar y se adscribe al tercero, consecuente con principios y líneas de acción.

Antecedentes
El TIPNIS, ubicado entre los departamentos de Beni y Cochabamba posee doble categoría de protección: desde 1965 es un parque nacional y a partir de la “marcha por el territorio y la dignidad” de 1990 es un territorio indígena donde habitan ancestralmente los pueblos moxeño, yuracaré y chimane en 64 comunidades con una población de unos 6.000 habitantes.
El TIPNIS tiene una importancia fundamental para la conservación ambiental por su gran riqueza en biodiversidad –comprende alrededor del 40 por ciento del patrimonio biológico del país, 1.700 especies de vertebrados que corresponden a casi el 50% del total del país, 300 especies de vertebrados amenazados–, la presencia de importantes cuencas hidrográficas y la existencia de extensos bosques naturales que cumplen una función de “sumidero de carbono”, aportando a controlar el “efecto invernadero”.
Nació con una extensión de 1.225.347 hectáreas y se redujo a 1.091.656, modificación de 2009 debido a la presión de colonizadores; ha soportado también la explotación ilegal de sus recursos naturales, en especial madera. La construcción de la carretera San Ignacio de Moxos-Villa Tunari ha reavivado el debate entre las visiones conservacionistas y desarrollistas.
La idea de integración vial entre el Beni y Cochabamba surgió en los años 80; en los 90 se incluyó en el Plan de Todos como proyecto para establecer un corredor bioceánico que uniría el Atlántico con el Pacífico y que convertiría a Bolivia en articuladora de la integración del subcontinente, lo que podría paliar desventajas derivadas de su condición mediterránea.
El 1 de agosto de 2008, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) adjudicó a la empresa brasileña OAS la construcción del tramo II de 306 km de longitud de la carretera por un monto de 415 millones de dólares, financiados por Brasil. El diseño del II trazo de la vía proyectada atraviesa el TIPNIS, afectando zonas de alta fragilidad, por lo que, según opinión de especialistas de diversas áreas, su impacto sobre la biodiversidad, los valores naturales del parque y los pueblos indígenas que lo habitan será irreversible.
Por estas razones, la población de los tres pueblos indígenas ha manifestado su rechazo. El Gobierno insiste en la construcción de la ruta por constituir un eje potencial de desarrollo regional, facilitar la integración nacional y ser parte del corredor bioceánico Brasil-Bolivia-Chile.

Caracterización general
Causas estructurales
Débil presencia del Estado, evidenciada en “olvido, postración, colapso y debilidad crónica del sistema de áreas protegidas y la gestión ambiental (1)” y que se puede expresar en una imposición de enfoque de desarrollo que no toma en cuenta el manejo integral del territorio por parte de los indígenas y su cosmovisión que prioriza las características culturales propias de los asentamientos humanos, la explotación sostenible de los recursos naturales y la preservación de la biodiversidad.

Estado de situación
Definidas las posiciones de los indígenas y del gobierno, el conflicto está en etapa de medidas de presión: la marcha indígena hacia la ciudad de La Paz y los condicionamientos gubernamentales para el diálogo.

Intereses de los actores
El conflicto presenta alta complejidad (2) por la cantidad de cuestiones involucradas y los diversos intereses que lo cruzan:
-resolución del antiguo diferendo limítrofe entre los departamentos de Cochabamba y Beni en la zona del TIPNIS;
-búsqueda de expansión de la frontera agrícola al interior del área para el cultivo de coca y otros productos por los colonizadores del Chapare;
-extracción de recursos madereros, en especial mara, cedro y otras especies preciosas por empresas y actores informales;
-exploración y explotación hidrocarburífera por el Estado y trasnacionales;
-aspiración de los pueblos de la región de contar con una carretera de conexión con el occidente del país;
-políticas de integración del gobierno, sus compromisos sociopolíticos con sectores sociales y compromiso con Brasil;
-protección del territorio, aprovechamiento de sus recursos y la conservación de su modo de vida por los indígenas del TIPNIS y la CIDOB;
-conservación del TIPNIS apoyada por las ONG ambientalistas que trabajan con pueblos indígenas y en desarrollo.

Conectores y divisores
Si bien es cierto que los actores confrontados ven maximizadas sus diferencias, expresadas a través de los medios de información, además de los ruidos comunicacionales propios de toda situación conflictiva, la visión transformadora de los conflictos se cimienta en la existencia de aspectos o factores que conectan a los adversarios, es decir, más allá de que la memoria selectiva de los directos e indirectos involucrados se centre en los aspectos que dividen o confrontan, existen aspectos que unen o conectan a estos actores por ser interdependientes.
Desde esta óptica, el conflicto se deja de ver como una amenaza y se lo redirecciona como una oportunidad para trabajar aspectos que benefician tanto a los pueblos indígenas, como al gobierno y las expectativas de mejorar la calidad de vida de los sectores marginados.

Escenarios posibles a mediano plazo
En el análisis de la conflictividad, el planteamiento de posibles escenarios busca prevenir situaciones de crisis con altos niveles de violencia. En ese sentido, los posibles escenarios en torno al conflicto del TIPNIS toman en cuenta las variables ambientales, socioculturales, económicas, políticas y jurídicas, así como la evolución del conflicto, que dependerá de las estrategias y tácticas de las partes como posibilidades reales de poder y fuerza.

Escenario 1: La carretera cruza el TIPNIS
Acciones previsibles
-El trazo mantiene el enfoque de optimizar costos y generar la ruta más corta en el tramo II, lo que significaría atravesar el corazón del parque con alto impacto sobre la biodiversidad y la cultura de los pueblos indígenas.
-El Gobierno promueve el debilitamiento de la posición indígena mediante el fortalecimiento de posiciones disidentes, la deslegitimación de sus dirigentes e incluso la división de las organizaciones indígenas.
-Se genera acuerdos con indígenas disidentes y organizaciones/poblaciones interesadas en la construcción de la carretera. Los acuerdos están ligados a ofertas de medidas de compensación, indemnización, prevención, mitigación, restauración de impactos y planes desarrollistas.
-Se promueve un aparente proceso participativo de consulta con pueblos indígenas del TIPNIS afines al Gobierno.
-Se promueve manifestaciones públicas de sectores y organizaciones sociales de la línea del Gobierno (cocaleros, organizaciones campesinas, cívicos de las poblaciones beneficiadas, entre otras) para justificar su decisión y posición.
-Los Indígenas recurren a estrategias para su resistencia a la construcción de la carretera. Se produce enfrentamientos violentos entre indígenas, colonizadores, policía y fuerzas armadas.
-Los indígenas continúan movilizándose a nivel nacional e internacional para denunciar la violación de sus derechos y la destrucción del TIPNIS.
 Consecuencias del escenario 1
Los derechos de los pueblos indígenas del TIPNIS han sido vulnerados
-La población indígena ha sido afectada en su forma de vida; es desplazada a los márgenes del TIPNIS y a las ciudades; la calidad de vida de la mayoría de la población indígena empeora; se abre paso a una desintegración social y avasallamiento cultural de estos pueblos.
-La biodiversidad y valores naturales del parque son altamente impactados.
-Los líderes indígenas movilizados son sujetos de procesos judiciales; la organización indígena se debilita.
-Se incrementa la conflictividad social en torno al manejo de las áreas protegidas y territorios indígenas y se torna violenta.
-Se incrementa los avances de colonizadores más allá de la “línea roja” del TIPNIS.
-Se incrementa la explotación maderera y las exploraciones petroleras con bajo control de impactos ambientales y socioculturales por parte del Estado.
-Se amplía la frontera agrícola, incrementa el cultivo no tradicional, en especial de coca y actividades ligadas a ésta.
-Se mejora la integración oriente/occidente y la infraestructura de servicios en torno a ésta, bajo un enfoque desarrollista y no de desarrollo sostenible.
-Los intereses de empresas transnacionales y objetivos geopolíticos de otros países (Chile y Brasil) se ven favorecidos.
-Existe débil presencia del Estado, insuficiente para controlar las tendencias crecientes de contrabando y narcotráfico.
-La imagen del Gobierno se desgasta ante sectores de la sociedad boliviana y la comunidad internacional por su política contradictoria: se promulga el vivir bien, el respeto de los derechos de los pueblos indígenas y la madre tierra, y se ejecutan proyectos desarrollistas.

Escenario 2: sin construcción 
Acciones previsibles
-Los indígenas del TIPNIS rechazan la construcción del tramo II.
-Hay enfrentamientos esporádicos con cierta violencia entre indígenas del TIPNIS y sectores afines al gobierno y fuerzas coercitivas (policía y ejército).
-El Gobierno intenta dividir a organizaciones indígenas, pero se siguen unidas.
-Los indígenas del TIPNIS plantean demandas formales ante organismos internacionales que los respaldan.
-La conflictividad incrementa y el Gobierno paraliza obras definitivamente.

Consecuencias del escenario 2
-Las protestas, movilización y demandas de los pueblos indígenas del TIPNIS tienen amplia repercusión y apoyo amplio de la ciudadanía y la comunidad internacional.
-La biodiversidad y los valores naturales del TIPNIS tienen mayores posibilidades de conservación a largo plazo.
-Pese a los acuerdos públicos firmados por la paralización de la ruta, se mantiene la tendencia creciente de incursiones colonizadoras y nuevos asentamientos, extracción maderera, incremento de caza furtiva, aumento de cultivos de coca, etcétera.
-La gestión de áreas protegidas no mejora su calidad ni la legislación al respecto sufre modificaciones.
-El Gobierno busca revertir el deterioro de su imagen construyendo un discurso que tiende a justificar la decisión tomada como parte de la política de gobernar obedeciendo al pueblo y priorizar el respeto a los derechos indígenas y de la madre tierra.
-Se ha deteriorado la relación entre indígenas y poblaciones de la región.
-Se ha fracturado la relación del movimiento indígena de tierras bajas con el Gobierno central y las organizaciones indígenas y campesinas de tierras altas.
-Las exploraciones petroleras se mantienen con tensiones y restricciones.

Escenario 3: Se posibilita la articulación vial y la conservación del TIPNIS
Ante los escenarios en los que ambas partes corren riesgos que podrían terminar en situación de pérdida, la Fundación unir Bolivia plantea un tercer escenario para explorar nuevas opciones y alternativas de negociación que beneficie a los actores a través de un diálogo amplio y constructivo, donde las partes se desarmen de posiciones endurecidas, busquen respetar las necesidades básicas de las partes y encuentren un punto de consenso para definir los intereses que propugnan.
Que el diálogo se inicie de forma inmediata sin condicionamientos de las partes. Que las mismas conformen una comisión de alto nivel y sus representantes máximos para elaborar una agenda temática y acordar la metodología y el espacio de negociación.
Representantes del gobierno y de los indígenas elaboran una agenda mínima centrada en los temas originaron el conflicto y la movilización y no en otros puntos que pueden convertirse en trabas para lograr acuerdos centrales. Una vez elaborada la agenda y aceptada la metodología se inicia el proceso de negociación de alto nivel.
Para iniciar el diálogo, por una parte, el gobierno tendría la apertura para diseñar alternativas de la carretera que no atraviese el TIPNIS y, por otra, los indígenas aceptarían la propuesta del nuevo diseño que articule oriente con occidente. Se abre un espacio entre actores directamente involucrados, dirigido a un profundo debate técnico, jurídico, social, cultural, económico y ambiental sobre la importancia y viabilidad de la vía en el marco del interés nacional de integración, conservación ambiental, respeto a los pueblos indígenas y fortalecimiento de la presencia estatal.
Las partes tratan de encontrar conectores centrados en: necesidad de desarrollo respetando cosmovisiones; preservación del medio ambiente, respeto a los derechos humanos de los involucrados; e integración vial. Se suscribe compromisos públicos con cocaleros y colonizadores para que se respete la línea roja y no se ingrese al TIPNIS. Se negocia con las organizaciones internacionales y financiadores del proyecto de la carretera los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y los pueblos indígenas del TIPNIS.
Se firma un convenio entre el Gobierno y representantes de los pueblos indígenas tomando como base normativa la Constitución Política del Estado (CPE), normas ambientales y de defensa de los derechos de los pueblos indígenas, que aseguren y garanticen su cumplimiento.

Consecuencias del escenario 3
-Se cambia el diseño de la carretera y se efectúa una revisión de costos de la misma con participación de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB).
-Se transforma el conflicto con acuerdos que consideran los factores estructurales: gestión sostenible de áreas protegidas y territorios indígenas del país y propuesta de desarrollo humano y sostenible.
-Se conserva la biodiversidad y los valores naturales del TIPNIS, así como la cultura de los pueblos indígenas que lo habitan.
-Se fortalece la legislación y procesos de gestión de áreas protegidas y territorios indígenas, incrementando recursos económicos estatales asignados para ello.
-Se diseña un modelo de gestión del desarrollo acorde con los derechos indígenas y el respeto al medio ambiente.
-El ingreso de colonizadores al interior del TIPNIS está controlado por fuerte presencia del Estado y de la organización indígena.
-Las exploraciones petroleras en el TIPNIS se mantienen cumpliendo normas ambientales y mecanismos de consulta y control social establecidos.
-Se fortalece la integración caminera del país y se abre paso a un corredor bioceánico que desarrolla una red de servicios en poblaciones aledañas a la carretera e influye de manera positiva en las economías locales.
-Se logra un mejor relacionamiento entre campesinos-colonizadores y la población indígena del TIPNIS, y las controversias se canalizan a través de métodos alternativos de gestión de conflictos.
-Los indígenas mejoran su calidad de vida en equilibrio con sus concepciones de desarrollo y cuidado del medio ambiente.
-La organización indígena del TIPNIS y las organizaciones indígenas de tierras bajas se fortalecen.
-El Gobierno se muestra coherente ante la comunidad internacional y aprovecha la situación para construir un discurso de un modelo de desarrollo sostenible incluyente y compatible con los intereses y derechos de los pueblos indígenas, lo que fortalece su legitimidad en la población boliviana.
-Se conserva el TIPNIS como área importante de captura de carbono, aportando a minimizar el efecto invernadero mundial.
NOTAS:
1. M.O. Rivera, exposición del 17 de agosto de 2011.
2. El 27 de marzo, el PIEB publicó un estudio donde afirma que en 18 años, con la carretera, se podría deforestar el 64% del TIPNIS.
Fundación UNIR Bolivia


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