CIDH: los Estados deben consolidar sistemas nacionales de cuidados para
las personas mayores
29 de octubre de
2024
Washington, D.C. - En el día internacional de los cuidados y el apoyo,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llama a los Estados de la
región a garantizar sistemas nacionales de protección que incluyan cuidados
integrales que garanticen una vejez digna.
La protección de grupos en situación de exclusión requiere de programas
integrales con funcionamiento, presupuesto y operaciones estructuradas para transformar
las realidades de determinados grupos. En esta línea, la Comisión recuerda que
los Estados de la región deben consolidar sistemas nacionales de protección de
las personas mayores.
Asimismo, el cambio de paradigma en torno a la protección de los
derechos humanos de las personas mayores apunta a su reconocimiento como
sujetos de derecho y no solo objetos de protección. Este cambio fundamental en
torno a la vejez ha sido recogido por diversos instrumentos internacionales, en
especial en la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores.
Esta Convención relaciona la vejez digna con el acceso a cuidados
integrales, de largo plazo y paliativos. En tal sentido, el reconocimiento de
los cuidados de las personas mayores en la Convención es parte fundamental del
cambio de paradigma. Por tanto, las necesidades de cuidado de las personas
mayores deben ser incluidas como un derecho en los sistemas nacionales de
protección, y no desde una aproximación asistencialista o caritativa.
Existen importantes avances en el reconocimiento del derecho a los
cuidados en las legislaciones nacionales de los Estados y también en el sistema interamericano.
Al respecto, la Comisión ha
señalado que el contenido del derecho al cuidado debe considerar las
necesidades en torno al acceso a este derecho, a los derechos de quienes
prestan cuidados y las garantías para que las personas mayores puedan ejercer
su propio cuidado.
Lo anterior cobra un significado particular frente a la diversidad
demográfica de la población mayor y su relación con los cuidados. En este
sentido, en el informe de la CIDH,
Derechos humanos de las personas mayores y sistemas nacionales de protección en
las Américas, se destacó que el acceso a los cuidados de las personas mayores
debe tomar en consideración su autonomía e independencia en la determinación de
sus necesidades, entre ellos, los cuidados prestados en residencias o cuidados
paliativos.
Desde una perspectiva interseccional, los cuidados deben atender las
necesidades particulares de la vejez en su diversidad. Al respecto, la CIDH ha
dado cuenta de la invisibilización de la orientación sexual e identidad de
género de las personas mayores reflejada en la carencia de programas para su
atención y apoyos que cubran sus necesidades de cuidado.
En esa línea, se ha identificado que muchos centros penitenciarios no
cuentan con instalaciones adecuadas para prestar cuidados de largo plazo o
cuidados paliativos a personas mayores privadas de libertad. La Comisión
también ha puesto de relieve la situación de pobreza de muchas mujeres mayores
que no acceden a ninguna pensión dado que prestaron cuidados familiares no
remunerados toda su vida.
Por otra parte, se ha constatado que la migración y el desplazamiento
forzados generan brechas en la provisión de cuidados intergeneracionales debido
al desmembramiento de núcleos familiares y comunitarios que impactan
desproporcionadamente en las personas mayores.
En el día internacional de los cuidados, la Comisión llama a los Estados
a diseñar sistemas nacionales de protección o, en su defecto, políticas
públicas, que recojan las necesidades de las personas mayores para su acceso a
este derecho, los derechos en caso de haber sido proveedores de cuidados y las
garantías para su autocuidado autónomo e independiente.
Finalmente, la CIDH enfatiza que los sistemas nacionales de protección
deben asegurar la identificación y atención de las necesidades interseccionales
de la vejez de mujeres, personas LGBTIQ+, personas privadas de libertad,
migrantes, entre otros grupos en situación de exclusión.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene
el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en
la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está
integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea
General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o
residencia.
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